Operación Smile, historias de Navidad: del alma de Berik al corazón de Christian Weigand

El abrazo. / Christian Weigand
El abrazo. / Christian Weigand

“Viví verdaderas pruebas profesionales, como tener en las manos casos de niños con deformidades craneofaciales. He sido testigo de la urgente necesidad de la misión médica en zonas muy desfavorecidas del mundo”, relata Weigand.

Operación Smile, historias de Navidad: del alma de Berik al corazón de Christian Weigand

He decidido contar esta historia por Navidad. Escribir sobre personas dispuestas a hacer felices a otras sin esperar nada a cambio, sacar provecho del poder que hoy nos da la red - más allá del papel - para llevar el mensaje a todas partes.  

El 13 de diciembre de 2014,  un reportaje de televisión española acaparó mi atención El Alma de Berik, la historia de uno de los hijos de la guerra atómica, un joven kazajo con la cara deforme por bultos cancerígenos provocados por la desgracia de las guerras y las pruebas nucleares realizadas por la antigua Unión Soviética (http://goo.gl/b0YGPz).

Un grupo de periodistas, entre ellos Carlos Franganillo, y un cirujano que se ofrecía voluntario a operar a Berik, prometían esperanza. El Alma de Berik se convirtió en una verdadera lección de humanidad y ¿por qué no? aunque ha pasado un año estas son historias atemporales de las que realmente vale la pena hacerse eco por ser ejemplarizantes. Al contrario de esa reportera húngara, Petra Laszlo, quien vergonzosamente se hizo famosa este año tras golpear refugiados sirios.

Hoy el Internet de todas las cosas borra los kilómetros, la distancia no existe. En unos pocos segundos y, a golpe de un solo click, es posible conectarnos con la persona que consideremos objetivo. Aunque predecir qué tipo de persona vas a encontrar al otro lado de la red es un acertijo y tener el poder de llamar su atención, un triunfo. 

Dos meses después de mi primer email al Dr. Christian Weigand.y tras 20 intentos para encontrar un hueco en su agenda, conseguí hacer posible esa frase de cine, de Woody Allen, “el 90% del éxito se basa simplemente en insistir”. Me concedió por fin la entrevista, pero llegó vestido con una coraza difícil, impenetrable a primera vista.

¿Qué hay dentro de este cirujano capaz de inspirar?

Yo quería ponerme en su lugar: hacer una cirugía interna con una sola herramienta, la comunicación. Diseccionar sus pensamientos y sacar una radiografía de ese médico que - además de tener precisión con el bisturí en calidad de cirujano plástico, estético y reconstructivo  por una parte, perfecciona a cuantos desean mejorar su aspecto físico a pesar de los altos costes que implica la cirugía estética y, por otro lado, es voluntario activo de Operation Smile.  Desde la ONG ayuda a aquellos enfermos a los que la vida les ha negado las posibilidades de tener una salud plena e incluso sin recursos aguardan con fe.

Una Navidad después: ¿Qué hay dentro de este cirujano capaz de inspirar?

Weigand es más analítico que comunicador; amante del mundo científico y de libros muy técnicos, apasionado por recorrer el mundo para lograr sus objetivos profesionales. Eso lo ha llevado a vivir en 5 países: Alemania, Austria, México, Hungría y de vuelta a casa, España. En un Madrid competitivo sus habilidades rápidamente le situaron en una institución de prestigio, la Clínica Ruber, donde ya se ha convertido en persona de referencia en su medio. “No fue fácil, llegué a España en medio de la peor crisis económica de los últimos años”, explica Weigand sin esconder su carácter, muy alemán, “pero si uno tiene claros sus objetivos y es fiel sus principios el esfuerzo de cualquier trabajo siempre será recompensado ”.

A la consulta del Dr. Weigand llegan cientos de correos con casos de personas que piden su auxilio y que él solo no sería capaz de atender en años. Las múltiples operaciones quirúrgicas que realiza al año dan fe de que pasa más tiempo acompañado de una bata blanca que de su familia y, demuestran que el “sobresaliente cum laude” no es de facultad, sino de práctica diaria. La medicina forma parte de su ADN. Tres años en México al servicio de los menos favorecidos  no solo le formaron profesionalmente, también como persona, “descubrir que en la humildad el agradecimiento es infinito, esa es la mejor recompensa”, dice cuándo recuerda que Latinoamérica ha sido su mejor escuela, al lado del Dr. José Guerrero Santos, a quien considera su mejor mentor.

“Viví verdaderas pruebas profesionales, como tener en las manos casos de niños con deformidades craneofaciales. He sido testigo de la urgente necesidad de la misión médica en zonas muy desfavorecidas del mundo”, relata Weigand. Le es difícil describir sus logros y desafíos, solo piensa en el trabajo diario. No obstante, este experto en cirugía plástica y estétíca “mínimamente invasiva”, también ofrece sus habilidades y conocimientos al servicio de pacientes transexuales. “La medicina debe estar al servicio de las necesidades y muchas personas demandan la cirugía de reasignación para sentirse plenas”, explica. 

Procedimientos como feminizaciones faciales, vaginoplastias, mamoplastias, faloplastias (cirugía genital masculinizante), son otros de sus grandes retos. Para Weigand  además de “la exactitud, la experiencia y la precisión” como instrumentos de trabajo, requiere de mucha fuerza mental. Saber respirar en las alturas como en un quirófano; perfilando la perfección son una obsesión.  Un buen ejercicio para un amante de la montaña que siempre busca llegar a la cima.

Weigand busca personas capaces de ayudar altruistamente a otros Berik
Quise descubrir más…. del alma de ese médico capaz de transformar lo que ninguna cirugía puede lograr: hacer feliz a una persona en este mundo tan complejo con la mejor recompensa, la belleza espiritual. Weigand busca que una operación quirúrgica sirva de revitalizante no solo en lo físico sino que también alivie su interior, fortaleciendo la seguridad y el amor asimismo. Eso le llevó a ayudar a Berik y le mantiene al frente del quirófano cada vez que puede operar sin dinero a un necesitado.
Weigand busca personas capaces de ayudar altruistamente a otros Berik en el mundo. Una razón para compartir esta historia por Navidad, siempre podremos encontrar corazones capaces de responder a necesidades como… el de una mujer con un nevus melanocitico gigante congénito que requiere muchísimas cirugías durante años para su mejora. ¿Por qué no hacer una llamada solidaria a través de estas líneas?

 

Comentarios