Los obispos se olvidaron del ejemplo de humildad que Cristo pedía a los suyos

Eminencias apresuradas (640x480)
Eminencias apresuradas.
Los obispos que se vacunaron antes de que les tocara no parecen confiar en la Providencia y los Designios del Señor. No parecen, con su conducta, responder al Evangelio donde el Maestro habla de la humildad y el ejemplo.
Los obispos se olvidaron del ejemplo de humildad que Cristo pedía a los suyos

Los obispos que se vacunaron antes de que les tocara, con engaño e hipocresía no parecen confiar en la Providencia y los Designios del Señor. A los cínicos Cristo los llamó "sepulcros blanqueados" y "malditos de Dios". No parece, con su conducta qu respondan al Evangelio donde el Maestro habla de la humildad y el ejemplo. Pero es que. además, los prelados de Tenerife, Alicante, Mallorca y Cartagena, con coincidente hipocresía coincidieron en que “en conciencia” no creían haber actuado mal, pese a que se colaron en la vacunación en alguno de estos casos con ocultación, mentira y truco.

El obispo de Cartagena José Manuel Lorca Plabes se hizo pasar por capellán de una residencia para ponerse la vacuna antes de que le tocara. La propia Consejería de Salud de Murcia señala que el centro en el que se puso la dosis a Lorca Planes le introdujo en el listado de candidatos a la administración del fármaco "como personal" del mismo. Como los otros ministros del Señor, este prelado dijo que "en ningún momento creyó estar actuando mal". Sin embargo, en el listado que mandó el centro a la Consejería de Salud para registrar los certificados de vacunación aparece el nombre de Lorca Planes no como obispo, sino como capellán, según ha informado el diario local La opinión de Murcia. O sea, que mintió.

También lo hizo el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, quien engañó a la Consejería de Sanidad de Canarias para vacunarse contra la covid el 13 de enero, pese a que no figura entre los grupos prioritarios de riesgo fijados por el Ministerio y la Consejería de Sanidad para recibir la inmunidad. Cada caso de estos prelados es más vergonzoso por la propia persona que lo protagoniza. Este obispo aseguró que estaba en la lista porque reside en un centro de mayores cuando vive en una casa independiente, a cien metros del geriátrico de curas jubilados. Este monseñor no tuvo cuajo en mentir de modo descarado. Pero es conocido que no vive en la Residencia Sacerdotal San Juan de Ávila ni tiene contacto con los internos. El Obispado mantiene que el apartamento en el que reside Bernardo Álvarez forma parte de la residencia pero en verdad es una casa independiente que solo se comunica a través de un patio interior.

Otro caso es el del obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, que se puso el 27 de enero la segunda dosis de la vacuna en la residencia de sacerdotes mayores y jubilados de Sant Pere i Sant Bernat, en Palma. Taltavull recibió la segunda dosis “al igual que el resto de usuarios” de la residencia. La primera se la puso el pasado 5 de enero. Taltavull “forma parte de la unidad sanitaria” de esta residencia, argumentó el Obispado mallorquín. “Siempre que se ha puesto vacunas, lo ha hecho allí y es usuario activo, con lo cual se le trata como uno más de la residencia”. Ya está inmunizado pero este siervo del señor que cumplirá 73 años, no estaba incluido en el protocolo de vacunación. Según el Obispado, fue el propio centro residencial, donde conviven alrededor de una treintena de sacerdotes jubilados, el que le incluyó “siguiendo criterios de la Conselleria de Salud”. Sin embargo, Taltavull ni es trabajador de la residencia ni vive allí, ya que su domicilio habitual es el palacio episcopal.

Por parte, ante el escándalo de su vacunación antes de tiempo, el obispo de Orihuela-Alicante, Monseñor D. Jesús Murgui, anunció que renunciaba a recibir la segunda dosis de la vacuna. El monseñor cumple próximamnte 75 años, y se justificó su temprana vacucación porestar vinculado sanitariamente a la casa sacerdotal de Alicante, donde se encuentra la residencia episcopal. El Obispado de Orihuela-Alicante ha remitido un comunicado para aclarar que Monseñor D. Jesús Murgui “no ha buscado trato de favor sanitario alguno, y sí que ha cumplido escrupulosamente con el protocolo prescrito". La Consellera de Sanidad, Ana Barceló indicó esta semana que iba a estudiar las circunstancias en las que se ha producido esta vacunación.

Lo que dice el Evangelio

Estos cuatro prelados, de Tenerife, Alicante, Mallorca y Cartagena no leyeron bien este pasaje: Uno de los momentos más dulces e impactantes del ministerio de Cristo fue cuando lavó los pies de Sus discípulos. “…se levantó de la cena, y se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido” (Juan 13:4–5).

Cuando el Salvador les presentó esta ordenanza, puede que los discípulos se sintieran desconcertados por el hecho de que su Señor y Maestro se arrodillara ante ellos y realizara tan humilde labor. Entonces, Jesús explicó las lecciones que Él deseaba que ellos y todos nosotros aprendiéramos:

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

“Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:14–15). @mundiario

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