Ningún gobierno debe permitir la discriminación en el trabajo por edad o conocimientos

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Contra la discriminación en el trabajo

Se necesitan medidas eficaces para que empresarios y responsables de entidades públicas contraten personas mayores de cuarenta y cinco años con experiencia y conocimientos.

Ningún gobierno debe permitir la discriminación en el trabajo por edad o conocimientos

Estimada ministra de Igualdad D.ª María del Carmen Calvo Poyato:

Quisiera comentarle, desde mi modesta opinión, que existen en nuestro país problemas que requieren gran urgencia. En España se discrimina el saber hacer de las personas mayores y esto, además de ser un gran error, es una barrera para el progreso de una sociedad igualitaria.

Una de las principales funciones que tiene asignado al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad es la dirección de las políticas dirigidas a hacer real y efectiva la igualdad entre mujeres y hombres y la erradicación de toda forma de discriminación. Quisiera comentarle que no existe mayor discriminación en la sociedad actual que la que se realiza en la contratación de trabajadores por edad y por conocimientos. Una discriminación que crece de forma inquietante cada día y que solo pone de manifiesto que no se están tomando las medidas necesarias o que, si se toman, desde luego no están siendo efectivas.

Las cifras de desempleo de personas mayores que ofrecen entidades como la Fundación BBVA, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas o la Fundación de Estudios de Economía Aplicada son alarmantes. Según las primeras, cerca de un 40% de personas desempleadas mayores de 50 años lleva más de cuatro años sin encontrar empleo. Muchas de estas personas gozan de una enorme experiencia y conocimiento, pero estas cualidades no son desde las entidades públicas ni privadas facultades que se evalúen positivamente, es más, en numerosos casos es todo lo contrario.

Muchas personas de más de 45 o 50 años son desestimadas porque tienen un perfil que se califica de excesivamente cualificado para el puesto solicitado. No es de extrañar, como he podido comprobar, que en las entrevistas en concursos públicos para la contracción de personal laboral se haga a los entrevistados de esa edad la pregunta ¿cree que con su amplia experiencia, responsabilidad ejercida y trabajos realizados puede desempeñar con comodidad un cargo como este? Muchas de las personas mayores de cincuenta años no son llamadas y otras se presentan a las pruebas de selección cubriendo con tintes las canas de su cabello para aparentar ser más jóvenes y tener mayores opciones de ser contratadas.

En numerosas empresas, profesionales con cierta edad y gran experiencia son despedidos y reemplazados por personal mucho más joven para reducir los costes desaprovechando el talento y conocimiento que poseen.

Esta es la realidad de España, una realidad que discrimina la edad y el conocimiento y que hace que el saber hacer sea un envoltorio molesto que es necesario retirar para poder optar a un puesto de trabajo o seguir manteniendo el actual. Creo que hay muchas cosas que cambiar y que la política española carece de una verdadera Cultura del Conocimiento que reconozca el potencial y la capacidad que tienen estas personas.  

Por esta razón voy a seguir luchando desde mi Fundación Gestión del Conocimiento para decir sin pelos en la lengua a todos los políticos Sí es Sí. Sí existe una enorme discriminación en el trabajo, tanto en la empresa privada como en la pública, hacia las personas con enormes conocimientos y experiencia profesional que tienen más de 50 años. Desde la política se han establecido planes de igualdad para equiparar las condiciones en el trabajo entre mujeres y hombres a través de cuotas. ¿Pero existen estas cuotas para equiparar el número de empleados jóvenes y el de empleados mayores de cincuenta años que existen o que se contratan en las empresas? Desde la política se acuerdan leyes para ampliar la edad de jubilación, pero esto es completamente contradictorio en una sociedad en la que desde el gobierno se toman medidas muy poco estimulantes para facilitar la contratación y el mantenimiento de los puestos de trabajo de personas mayores.

Algo no funciona bien en la política que se lleva a cabo. Tampoco se ayuda a fundaciones sin ánimo de lucro como la nuestra, que quiere poner en marcha proyectos de enorme interés para dar solución a estos problemas. Desde hace cinco años que constituimos la Fundación no hemos obtenido ni una sola ayuda, al contrario de muchas organizaciones afines a partidos políticos.

Seguiremos poniendo todo nuestro esfuerzo y afirmando que Sí es Sí. Sí es necesario valorar la experiencia, Sí es necesario reconocer el saber hacer de los trabajadores, Sí es necesario apreciar los méritos y esfuerzo de las personas de más de 50 años que durante mucho tiempo han trabajado y ahora optan por un puesto para ganarse la vida. Sí, señora ministra de Igualdad, existe discriminación hacia este colectivo de personas y en España es un problema muy grave.

Hay muchas cosas que pueden hacerse. Se necesitan medidas más eficaces, más ayudas y campañas de concienciación bien diseñadas para que empresarios y responsables de entidades públicas contraten personas mayores. Recuerde siempre las palabras de Thomas Jefferson: «No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad». @mundiario

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