La música de ABBA suaviza la dureza de la política en Europa

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Theresa May, primera ministra británica. / El País.

El pasado miércoles 3 de Octubre, Theresa May, salió al escenario del congreso del Partido Conservador británico bailando Dancing Queen de ABBA, con un estilo particular y en donde solicitaba la unidad y la gran oportunidad.

La música de ABBA suaviza la dureza de la política en Europa

La música posee una gran capacidad para hacer aflorar los sentimientos y es un excelente conducto para canalizar expresiones políticas por todo el mundo. 

El Dancing Queen, Reina danzante, Reina del baile, es una canción del género pop y disco, interpretada por el grupo sueco ABBA. Escrita en 1975 por Beny Andersson, Bjom Ulvaeus, Stig Anderson y Anni-Frid Lyyngstad, se escuchó por primera vez en la boda de Carlos XVI Gustavo de Suecia y Slivia Sommerlath.

Tras su lanzamiento, la canción llegó a los primeros lugares de las listas de popularidad en Europa, África y Oceanía y en abril de 1977 se convirtió en número uno del grupo en la lista Billboard Hot 100. Actualmente, es considerada la canción más conocida del grupo y varios críticos la identifican como una de las mejores dentro de su género.

La espontaneidad de May fue entendida como un gesto que simbolizara el optimismo frente a las negociaciones con Bruselas de cara al Brexit, ante las críticas de miembros del ala dura de la formación como Boris Johnson.

Y no solamente se queda en esto, sino que el reportero de The Daily Telegraph en Bruselas, James Crisp, plantea al portavoz una serie de cuestiones aludiendo a varios títulos de ABBA, como "¿'Voulez-vous' un acuerdo?" o "¿Daréis una oportunidad con May o ella tendrá que afrontar su 'Waterloo'?". El periodista aludía a canciones como Take a chance on me, Dame una oportunidad, "Voulez-vous?" ,¿Quieres?, o "Waterloo". "¿Qué puedo decir?, las rupturas nunca son fáciles", respondió el portavoz comunitario, citando la letra de Knowing me, knowing you, Conociéndome, conociéndote, con la que la banda ganó el festival de Eurovisión en 1974.

En cierta medida podríamos aventurarnos y seguir las palabras del gran músico Dmitri Shostakóvich, si lo que queremos es que nuestros políticos sean cercanos, dinámicos y nos envíen mensajes de unión y felicidad dejemos que usen música en sus discursos y campañas porque la ilusión y la esperanza mueve montañas, en este caso "votantes". "La música es revolucionaria: alínea las filas del pueblo, lo despierta y los guía hacia delante". @mundiario


 

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