Multan a Farmacity en Argentina por dispensar medicamentos fuera del mostrador
En Argentina, la cadena de Farmacias Farmacity fue sancionada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) con una multa de 780.000 pesos, aplicada a razón de 10.000 pesos diarios hasta el 04 de abril del corriente, y es una consecuencia del incumplimiento a la medida cautelar dictada en enero de 2013.
En aquel momento se le ordenó “que cese inmediatamente la dispensa de medicamentos de venta libre en cualquier otro lugar que no sea un mostrador, en el que sean dispensados personalmente por farmacéuticos o personas autorizadas para el expendio”, conforme a lo dispuesto por el artículo 1° de la Ley Nacional Nº 26.567.
Esta Comisión Nacional consideró que la conducta de Farmacity le permitiría “obtener una rentabilidad extraordinaria” por la “eventual” exclusión de los competidores que si se ajustan a la norma; además, de que su actitud es tendenciosa a lograr simples actos comerciales, los cuales están muy alejados de priorizar la salud de la comunidad. Esto deja en evidencia que la postura de Farmacity está muy distante de la esencia de la ley vigente, que pretende el bienestar de la ciudadanía. A su vez, se informó de que en caso de que continúen con esta política empresarial, de violar toda la legislación vigente, la CNDC podría aplicarle multas que podrían llegar hasta un millón de pesos diarios (Fuente: BFB, edición 419).
En Argentina es muy evidente que algunos sectores empresariales (Farmacity, Carrefour, algunas Obras Sociales, entre otros), avalados por algunos políticos, pretenden desvirtuar el servicio profesional que brinda la farmacia comunitaria, intentando imponer un modelo de Farmacia Shopping, menospreciando el conocimiento, la trayectoria y experiencia del Farmacéutico con el objetivo de sustituirlo por una góndola; es decir, que los mismos puntualizan en estrategias de marketing y publicidad para lograr aumentar sus ventas por impulso. Esto último se basa en que el consumidor es guiado por la emoción y lo simbólico (todo ingresa por los ojos) aprovechando que los pacientes prefieren, en muchos casos, el formato y aspecto de modernidad que estos transmiten.
Estas empresas comerciales muestran la idea de algo nuevo, evolucionado, sofisticado, moderno o como suelen decir los jóvenes "buena onda", haciendo que muchos de sus clientes se identifiquen con esta postura superficial; lo real y lamentable, basado en evidencias, muestra que estos lugares no son convenientes para la salud de los pacientes/consumidores y del Sistema Sanitario. Por todo, sería muy saludable recordar que "no todo lo que se ve, es lo que parece ser".
