La industria de la moda defiende los derechos humanos y a los inmigrantes
La poderosa industria reacciona ante una crisis que está afectando a toda la sociedad mundial.
La crisis de inmigración está sacudiendo a todo el mundo, no importa a que estrato social pertenezca la persona, todos están viviendo en un momento crucial de la historia. La industria de la moda es otra que puede beneficiarse o no, de lo que sucede con los inmigrantes. Pero muchas marcas han elegido no solo generar dividendos, sino que ahora alzan su voz para poder tener un mundo igualitario y pacífico.
Desde que Trump lanzó su decreto en donde prohíbe que ciudadanos de Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak, entren a EE UU; miles se han indignado. No solo en la calle, grandes industrias han cerrado sus filas y le han dado la espalda al presidente. Ahora, la industria de la moda, que muchas veces es subestimada, está alzando su voz y no ha dejado a nadie indiferente.
Hay que recordar que la moda está en todos lados. Muchas veces pasa desapercibida o elegimos no aceptarlo; pero detrás de cada atuendo hay un mensaje. Los colores que usamos, los accesorios y hasta el maquillaje expresa lo que sentimos y cómo somos. Además, si sumamos a la ecuación grandes marcas de moda como Nike o Marc Jacobs, más nombres de modelos y celebridades reconocidas; al final obtenemos campañas mundiales con gran acogida y mensajes poderosos.
Desde chapas, hasta camisas, sombreros, sweaters, ropa interior y demás accesorios; la moda está lanzando un mensaje de aceptación y entendimiento entre las personas. La era de Trump se está enfrentando a una ola de indignación que está arrastrando a las industrias generalmente tranquilas como las musicales, artísticas o expresivas. El problema deriva del simple hecho de que, en estas ramas lo que reina es la diversidad; nunca había importado tanto de dónde provenías, solo importaba el talento y lo que lograbas con el.
Durante la semana de la moda en Nueva York, el 31,5% de las modelos no fueron caucásicas, un gran logro si se toman en cuentan las cifras de años anteriores. Ahora, muchas agencias exigen estrictos controles para aceptar a nuevas maniquíes, pero gracias a los cambios por los que está pasando el mundo, se han dado a la tarea de buscar aceptar opciones más diversas y distintas entre sus filas.
Nykhor Paul, modelo y activista de los derechos civiles. / Mara Hoffman.
Además, la publicidad juega un papel comunicacional gigantesco. Las personas literalmente viven de lo que ven y las publicidades están en todos lados y exponen a miles a sus mensajes sin que tan siquiera lo noten; pueden estar en la TV, en la calle o en Internet. Lo cierto, es que la industria la está usando para lanzar mensajes fuertes y llamados de atención para que la cultura diversa sea aceptada y no repudiada. Los enfoques cada día cambian, y si bien la crisis migratoria no es un juego; se encuentra de moda y eso beneficia a los afectados para que puedan encontrar una mayor aceptación global.
Si vamos a cifras y la importancia de la comunidad musulmana para la industria de la moda, hay que señalar que la los musulmanes gastan 215.000 millones de euros al año en moda, y la cifra se multiplicará en 307.000 millones para el año 2019; mucho más de lo que se espera para los mercados de Alemania, Inglaterra e India juntos.