Los hombres de Afganistán podrán violar a sus mujeres dentro del matrimonio

Uso de la burka / RR SS
Las mujeres afganas tienen suerte, solo hablan si les preguntan y no tienen que preocuparse en qué gastar el dinero porque no tienen independencia económica. El presidente Hamid Karzai vela por ellas.
Los hombres de Afganistán podrán violar a sus mujeres dentro del matrimonio

Hamid Karzai - World Economic Forum Annual Meeting Davos 2008

Hamid Karzai, presidente de Afganistán

A este hombre de la foto le gustan mucho las mujeres. Tanto que es posible que en ellas repose su primer pensamiento de la mañana y el último de la noche. Este hombre se llama Hamid Karzai y es el presidente de Afganistán. Es este un país donde, desde siempre, a las mujeres se les ha dado un trato especial. De hecho, tienen el privilegio de vestir el burka, que es una prenda de fondo de armario que pega con todo y sirve tanto en temporada de invierno como en temporada de verano. Este hombre, cuya sensibilidad llega a límites insospechados, está pendiente de que las mujeres solo salgan de casa, con permiso de sus maridos, para ir al colegio de sus hijos o visitar al médico. Tal es su afán protector del género femenino.

Las mujeres de Afganistán tienen suerte, solo hablan si se les pregunta y no tienen que preocuparse en qué gastar el dinero porque no tienen independencia económica. Hamid Karzai vela por el libre pensamiento de las afganistanas y por eso casi ninguna de ellas tiene acceso a la educación. Por otro lado, es un hombre con inquietudes en el terreno sentimental y con visión de futuro, ya que acepta que en su país una niña de doce años pueda contraer matrimonio con un hombre de ochenta y que se haga negocio con dicha transacción. En fin, ser mujer allí es lo que se conoce vulgarmente como un chollo. Además, ahora, Karzai ha firmado una ley en la cual se legaliza la violación dentro del matrimonio. O lo que es lo mismo, las esposas tendrán el honor de ser vejadas y maltratadas por su marido con el beneplácito del gobierno.

Ante tanta demostración de cariño, no estaría de más que se produjese una radical actuación de la Comunidad Internacional: aniquilar, de una vez por todas, este brutal amor que mata.

Comentarios