El Ficcionario se debate entre la libertad de prensa y la posverdad

Una imagen relativa a la libertad de prensa. / 123RF
¿Debe amparar la libertad de prensa las manifestaciones periodísticas que contravienen de manera flagrante el principio de veracidad? / 123RF

La implantación en el ámbito político del discurso de la posverdad, en la medida en que choca frontalmente contra el principio de veracidad, también representa una amenaza para la libertad de prensa.

El Ficcionario se debate entre la libertad de prensa y la posverdad

Por mucho que navegue en un mar de palabras inventadas, el Ficcionario no puede desentenderse de la realidad, máxime cuando ésta adquiere los tintes de gravedad del presente. Y es por eso por lo que, por tercera semana consecutiva, no puede dejar de referirse a lo que pasa (y por qué pasa) en Cataluña.

lhinchar. 1. Ejecutar una turba a un hincha del equipo rival. Desgraciadamente, algo que en los ambientes futbolísticos impregnados de violencia y fanatismo ideológico ha dejado de ser insólito. La última vez que ocurrió algo así en España fue a finales de noviembre de 2014 cuando Jimmy, un hincha ultra del Deportivo (perteneciente a la peña Riazor Blues, políticamente identificada con la extrema izquierda) falleció tras una pelea con radicales del Atlético de Madrid (pertenecientes al Frente Atlético, afín a la extrema derecha), quienes tendieron una emboscada a los seguidores deportivistas en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón y terminaron arrojando al río al desdichado. 2. Ejecutar tumultuariamente a un sospechoso o reo llenándolo de aire hasta reventar. Una forma atroz de tortura medieval que, irónicamente, permitía que la víctima se refiriese a los asesinos con la expresión "los seres que más me llenan".

liberpool. (spanglish). Piscina de entrada (y entendemos que también de salida) libre.

libiandad. 1. Cualidad de lo que en Libia tiene poco peso. 2. Andad en Libia, sin que se nos especifique de qué modo. Habida cuenta que desde 2014 los grupos armados que derrocaron a Muamar el Gadafi se enfrentan violentamente por el control del país, lo aconsejable sería andar con cuidado.

libreprensador. Partidario de la libertad de prensa. Según el último informe correspondiente a 2016 de Reporteros sin fronteras, los países donde la prensa es más libre (y menor, por tanto, el control y la censura de los poderes del estado) son: Finlandia, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Nueva Zelanda y Costa Rica. Y donde menos: Eritrea, Corea del Norte, Turkmenistán y Cuba. España ocupa el puesto 34. La libertad de prensa es, sin duda, un elemento básico del derecho más amplio a la libertad de expresión, pero en el mundo actual sufre diferentes amenazas: censuras de leyes que no respetan los estándares internacionales, violencia contra medios y periodistas (seguida muchas veces de impunidad en los crímenes cometidos contra ellos), concentración abusiva de medios, violencia digital... Incluso la acelerada profusión de fake news, así como el discurso de la posverdad, en la medida en que representan una amenaza para el valor de la verdad ya en sí mismo debilitado por los intereses ideológicos de los medios, también son contrarias a la libertad de prensa, dado que chocan frontalmente contra uno de sus principios rectores: el principio de veracidad.

licienciado. Licenciado en ciencias, no en letras.

lijereza.  1. Rapidez con que se mueven las motos en el circuito de Jerez. 2. Cualidad del que a la hora de actuar procede suavizando las aristas de su conducta con lija.

likantropía. En noches de luna llena, trastorno mental consistente en que el enfermo que lo padece imagina haberse transformado en Kant e imita los razonamientos trascendentales de este filósofo.

liken. (angl.). Organismo con forma de mano cerrada con el pulgar levantado que prolifera en YouTube y Facebook cuando a alguien le gusta un contenido y desea icónicamente manifestarlo.  

limpío. Sin mancha alguna de impiedad.

liposución. Operación mecánica consistente en cambiar a los coches el aceite sucio del motor por otro limpio.

livar. Chupar los insectos el IVA de las flores. Por tratarse el néctar de un alimento básico se les aplica el tipo superreducido del 4%.

livelo. Escrito en que, ignorando la evidencia empírica, se denigra o falta a la verdad corriendo un tupido velo sobre los hechos objetivos y potenciando las apelaciones a la emotividad y a las creencias con el fin de influir en la opinión pública para, llegado el caso, ganar elecciones. Es el flamante discurso de la posverdad, que ha llevado "el conflicto entre la verdad y la política" -en expresión de Hannah Arendt- a un nivel desconocido hasta ahora, como pusieron de relieve las mentiras del presidente norteamericano Donald Trump: desde la difusión durante la campaña de la falsedad de que el expresidente Barack Obama había nacido en Kenia hasta la exageración sobre el número de personas que asistieron a la ceremonia de su toma de posesión en el Capitolio. En esa misma teoría de los "hechos alternativos" se encuadra, dentro de un contexto más próximo (tal y como ha venido denunciando el exministro y expresidente socialista del Parlamento europeo Josep Borrell), la manipulación de las cifras económicas de la Generalitat  por parte del vicepresidente Oriol Junqueras, quien ha repetido de manera continuada -entre otras múltiples y nada inocentes inexactitudes-, la idea de que "España nos roba 16.000 millones al año", cuando lo cierto es que, según datos de la propia administración autonómica referidos a 2015, Cataluña pagó al estado 78.500 millones y recibió 76.000, siendo, por tanto, la diferencia de 2500 millones y no de 16.000. Una balanza fiscal muy distinta de la que, aun a sabiendas de su falsedad, no obstante difunde el líder de ERC. Hasta hace bien poco, en Cataluña no había más de un 10% de población independentista recalcitrante, un porcentaje claramente insuficiente para emprender cualquier aventura separatista. Pero el diseño y eficaz difusión del relato propagandístico por parte del nacionalismo (sustentado en un amplio conjunto de falsedades históricas, económicas y políticas, sin contrapunto por el lado de España), junto con la torpeza mayúscula del gobierno de Rajoy a la hora de afrontar el problema (recordemos el episodio promovido por el PP de la recogida de firmas en contra del Estatut) han conseguido que ese porcentaje ronde hoy el 50%. Lo cual, al margen de cómo se resuelva el conflicto, deja ya abierta una enorme fractura social que en ningún caso debería haberse consentido.    

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