La fotografía documental se convierte en un trascendente testimonio

© Pete Muller, USA, Finalista, Categoría Gente, 2013 Sony World Photography Awards.jpg
© Pete Muller, USA, Finalista, Categoría Gente, 2013 Sony World Photography Awards.jpg
"¿Hasta cuándo la irracionalidad de la defensa de las armas como derecho que da la constitución norteamericana, va a predominar en Estados Unidos?", se pregunta el autor de este análisis.
La fotografía documental se convierte en un trascendente testimonio

Leer en las últimas horas esta espeluznante noticia es horrible: 'Un niño de cinco años mata a su hermana de dos, en el condado de Cumberland, en Kentucky (EEUU), cuando jugaba en su domicilio con un rifle diseñado específicamente para menores'. ¿Hasta cuándo la irracionalidad de la defensa de las armas como derecho que da la constitución norteamericana, va a predominar en ese país?

Este hecho perverso del uso de las armas trae a mi memoria la matanza realizada el 22 de julio del 2011 en la isla noruega de Utoya por el ultraderechista Anders Behring Breivik, (después de haber realizado un atentado con bombas en Oslo) quien vestido de policía, lo que le permitió saltarse las reglas de seguridad, y con dos armas automáticas, asesinó a 92 jóvenes que participaban en un campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista de Noruega, si bien hay que señalar la ineptitud de las fuerzas de seguridad en actuar, una vez conocida la masacre que perpetraba.

Han pasado ya casi 24 meses de aquel vil suceso, y la fotógrafa noruega de veintidós años Andrea Gjestvang ha realizado una serie fotográfica, que con el título de “Un día en la historia” nos presenta, con una inmensa sensibilidad y honestidad, a niños y jóvenes que sobrevivieron a los disparos del asesino, y que testimonian su voluntad de enfrentar esta tragedia indescriptible. Su trabajo le ha valido el gran premio Iris de Oro del 2013 Sony World Photography Awards, que realiza la World Photography Organisation, que recibió en esta oportunidad 120 mil fotos de 170 países, que compitieron en las diversas categorías del concurso. Las fotos ganadoras pueden apreciarse hasta el 12 de mayo en la Sala Somerset House, de Londres.

En uno de los retratos de la serie de Andrea aparece Ylva Schwneke, de 15 años, con una mirada serena, y la cicatriz de una herida en el hombro. Ylva huyó del asesino de la isla de Utoya y se escondió en un sendero llamado El camino del amor, pero eso no impidió que le disparara en el hombro, el estómago y ambos muslos. Hoy ella soporta el miedo con dignidad.

Otra de las imágenes impactantes en la categoría de Gente, que fue finalista, es la del fotógrafo profesional norteamericano Pete Muller que nos muestra el entrenamiento de un niño por su padre en un campo de tiro de Estados Unidos. Un niño como ese mató a su hermana de dos años, cuando jugaba en su casa, con un rifle diseñado para menores.

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