¿Hay igualdad en el sector público?

Mesa de trabajo.
Mesa de trabajo.

Las empleadas públicas necesitan salir de la base de la pirámide para estar en todos los niveles de la administración. Y es esa administración la que debe promover las condiciones para garantizar la igualdad.

¿Hay igualdad en el sector público?

¿Por qué debemos preguntarnos si existe igualdad en el sector público? Parecería innecesario pues en este caso la igualdad está garantizada por la ley, en la propia Constitución, partiendo de la premisa de  los principios de mérito y capacidad en el acceso al empleo público, que no permitirían la aparición de desigualdades. Y sin embargo, aparecen. No lo digo yo, lo dicen los datos.

Porque los datos están ahí para responder a todas aquellas personas que hablan de percepciones frente a realidades, datos en ámbitos tan señalados y que deberían dar ejemplo, como es el de la educación y el de la justicia. Cada año, la presencia de las mujeres en la entrega de despachos a los nuevos jueces es mayoritaria, al igual que la base del poder judicial, donde la presencia de la mujer supera ampliamente el 50%. No es así en los órganos de gobierno, en los últimos tres años, de más de medio centenar de nombramientos, el Consejo General del Poder Judicial sólo designó a un 21% de mujeres para ocupar las presidencias de las Audiencias Provinciales y de las salas de los Tribunales Superiores de Justicia, Tribunal Supremo, Audiencia Nacional y tribunales militares.

Idénticos datos nos ofrece el ámbito universitario. Según el informe Igualdad en cifras, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, la mayor parte de los docentes en España son mujeres, pero esta proporción no se traslada tampoco a los ámbitos de gobierno, datos especialmente llamativos conforme escalamos en el nivel de estudios. En la actualidad, solo hay ocho rectoras en las cincuenta universidades públicas españolas, y esa escasa representación se traslada a su máximo órgano de gobierno, a la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

A su lado, también la empresa pública presenta una gran brecha de género a nivel directivo. En el caso de las empresas estatales, más del 70% de sus puestos directivos están ocupados por hombres, entre presidencias, gerencias y direcciones, es decir, los puestos donde se toman las decisiones. Similares cifras ofrece el análisis de los consejos de administración de estas empresas, que en un 80% ignoran el principio de igualdad en la composición de los mismos.

Porque de los 2.523.167 de las personas que trabajan en la administración pública que hay en España el 55,29%, según el último Boletín Estadístico, son mujeres. Destaca, de un lado, la presencia femenina en Sanidad, Enseñanza (docencia no universitaria) y Justicia donde al menos 7 de cada 10 efectivos son mujeres y en el contrario, las Fuerzas de Seguridad, (con 1 de cada 10 empleados) y Centros Penitenciarios de la Administración General del Estado (con 3 de cada 10) están en el polo opuesto (en la policía nacional, las mujeres ocupan sólo el 7,2% de los puestos de comisaria principal y el 9,8% de comisaria).

Respondiendo a la pregunta inicial ¿Hay igualdad en el sector público? Todavía no, y digo todavía porque estamos caminando hacia ese horizonte. Las empleadas públicas necesitamos salir de la base de la pirámide para estar en todos los niveles de la administración. Y es esa administración la que debe promover las condiciones para garantizar la igualdad. En un momento de plena de transformación de la sociedad y por tanto del sector público, no podemos permitirnos que las mujeres se queden fuera de los espacios donde se decide el futuro de las administraciones públicas y por eso son tan necesarias iniciativas como la Asociación de Mujeres en el Sector Público.

Porque las leyes no hacen milagros, aunque son una potente palanca de cambio, pero por sí solas no son suficientes. Más de 10 años después de la Ley Orgánica de Igualdad parecía necesario liderar una iniciativa que garantice que algo que tanto se exige al sector privado se cumpla todavía con mayor rigor en el público, no sólo la igualdad formal, y es así como nace la Asociación de Mujeres en el Sector Público, para provocar el gran cambio cultural que necesitamos para alcanzar la igualdad real. También en el sector público, que no sólo debe garantizar la igualdad sino dar ejemplo. @mundiario

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