Pequeñas fundaciones y ONG en quiebra, sin que los políticos actúen

Clases sociales que necesitan ayuda
Hay clases sociales que necesitan ayuda.

En la campaña electoral en la Comunidad de Madrid los políticos anuncian los progresos alcanzados, pero la realidad para las entidades del tercer sector es muy diferente de la que muestran.

Pequeñas fundaciones y ONG en quiebra, sin que los políticos actúen

En la Comunidad de Madrid, durante el año 2020, han causado baja 63 organizaciones sin ánimo de lucro, según los datos de la Dirección General de Estadística. Con referencia al número de fundaciones, en esta Comunidad han desaparecido siete. La cifra de organizaciones de este tipo próximas a la quiebra en toda España no ha parado de crecer durante los primeros meses de este año.

Desde la entrada en el gobierno de la coalición de los partidos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, muchas de las organizaciones sin ánimo de lucro que tanto defienden las causas sociales, humanitarias, educativas y medioambientales y que desempeñan un papel fundamental en la transformación de la sociedad, han quebrado sin que se tomen medidas efectivas para solucionarlo.

En las pequeñas fundaciones independientes de la administración pública y de los poderes políticos la situación es todavía más grave. A diferencia de las asociaciones u otras organizaciones sin ánimo de lucro, los trámites y requerimientos para su constitución son muy engorrosos, complicados y caros y pueden llevar muchos meses. La dotación inicial para crear una fundación es de 30 000 euros que deben ser aportados directamente por sus patronos y que se pierden totalmente en el caso de que quiebren. Desde el Gobierno se han aprobado ayudas a autónomos, hostelería, agencias de viajes, hoteles o compañías aéreas, como la última aprobada por el Consejo de Ministros de 53 millones de euros a la aerolínea Plus Ultra, pero nada se habla de las pequeñas fundaciones cuya puesta en funcionamiento es mucho más cara que una empresa. Parece ser que hacer el bien cuenta poco para algunos políticos.

Existen subvenciones públicas para realizar programas para atender fines de interés social, pero muchas pequeñas fundaciones nunca reciben estos fondos, ya que sus actividades no son consideradas dentro del ámbito de dichos programas o son excluidas por criterios poco neutrales. También muchas subvenciones públicas van dirigidas a fundaciones afines a partidos políticos, como han publicado algunos periódicos españoles, que suman varios millones de euros.

Hace falta más equidad, transparencia e imparcialidad en la concesión de subvenciones. Es necesario que los políticos actuales, que tanta igualdad y justicia proclaman en sus mítines electorales, no cierren los ojos a esta realidad y empiecen a poner soluciones, como por ejemplo la constitución de un fondo de rescate para las fundaciones con problemas económicos que tengan más de cinco años de funcionamiento.

Son muchos los millones de euros que se gastarán en la organización de las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid, y la sociedad debe hacer ver a los políticos que se presentan que la solidaridad es una cualidad imprescindible para el progreso y la sostenibilidad de un país. @mundiario

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