Educación en Afganistán: las mujeres y niñas están privadas de este derecho universal

Niñas afganas en una clase del Centro de Aprendizaje Acelerado en la provincia de Wardak, en la región central de Afganistán. / UNICEF
Niñas afganas en una clase del Centro de Aprendizaje Acelerado en la provincia de Wardak, en la región central de Afganistán. / UNICEF

La directora de la agencia de la ONU dedicada a la educación, Audrey Azoulay, manifestó que “la guerra contra las mujeres debe terminar”.

Educación en Afganistán: las mujeres y niñas están privadas de este derecho universal

Las autoridades de facto de Afganistán, en el poder desde agosto de 2021, prohibieron un derecho universal; la educación. Una de las primeras medidas que impusieron los gobernantes fue impedir que las niñas asistieran a la escuela secundaria, dejando a 1,1 millones de chicas mayores de doce años sin acceso a la educación formal.

Más tarde, en diciembre de 2022, la situación se agudizó. El Gobierno talibán suspendió la educación universitaria para mujeres, afectando a más de 100.000 jóvenes que asistían a universidades gubernamentales y privadas. Un veto que supone un enorme paso atrás para el país, pues el número de mujeres en educación superior había aumentado casi 20 veces entre 2001 y 2018.

Ante este abuso flagrante que deja a más de dos millones de mujeres y niñas sin estudios, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha decidido dedicar este año el Día Internacional de la Educación a las afganas.

La directora general del organismo, Audrey Azoulay, ha manifestado que “la comunidad internacional tiene la responsabilidad de velar por que se restablezcan sin demora los derechos de las niñas y las mujeres afganas. La guerra contra las mujeres debe terminar”.

La UNESCO está dispuesta a ayudar

Tras la toma del poder de los talibanes, la UNESCO adaptó sus intervenciones con el fin de dar continuidad a la educación del colectivo afgano en tan difíciles circunstancias. Estas acciones van desde campañas para aumentar la conciencia pública sobre el derecho a la educación hasta tareas de alfabetización dirigidas a 25.000 jóvenes y adultos de zonas rurales, entre los que se contaban sobre todo adolescentes mayores de 15 años y mujeres.

Además, la Organización imparte educación a distancia a través de los medios de comunicación afganos, especialmente de las emisoras de radio, ya que esta es accesible a más de dos tercios de la población y tiene la ventaja de estar disponible directamente en los hogares.

Sin embargo, estas acciones no sustituyen las aulas de clases, las cuales son un lugar de integración social, donde se aprende a convivir, y se participa en un proceso pedagógico. Por ello, la UNESCO y sus Estados Miembros seguirán abogando por que el derecho a la educación de las niñas y mujeres afganas ocupe un lugar prioritario en la agenda internacional. @mundiario

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