El día a día se está convirtiendo en un juego peligroso y absurdo

Solidaridad frente al terrorismo.
Solidaridad frente al terrorismo.

De alguna manera también se convierte en un juego de la ruleta rusa. Nos estamos acostumbrando a la muerte y esto parece una carrera contrarreloj desorganizada y enloquecida, relata esta autora.

El día a día se está convirtiendo en un juego peligroso y absurdo

En días como hoy me pregunto si podemos seguir llamándonos humanidad. El día a día se está convirtiendo en un juego de la ruleta rusa, incluso para los que no queremos jugar o para los que sólo pretendemos seguir consumiendo nuestras anónimas vidas en paz y tranquilidad.

Nos estamos acostumbrando a la muerte y esto parece una carrera contrarreloj desorganizada y enloquecida. Vivir se ha convertido en una broma peligrosa y absurda.

El próximo viernes debo coger un vuelo a Londres, un simple vuelo de dos horas para ir a ver un concierto de uno de mis grupos de música favoritos… una ocasión única, soñada desde que era una adolescente. Debería estar feliz y contenta… y sin embargo sólo puedo pensar en la cantidad de síes que deben darse para que pueda regresar a mi casa sana y salva. Os los enumero: si el aeropuerto es lo bastante seguro; si no hay explosiones, ni tiros, ni rehenes; si no entran personas sospechosas en el avión; si el piloto no parece un loco; si el que va al WC del avión sale rápido, o no sale; si un misil no alcanza el avión y no hay una bomba bajo mi asiento; si el avión aterriza sin problema; si voy a tener que ir andando porque tengo miedo del metro; si el hotel es seguro y ceno en la habitación porque el starbucks no me lo parece; si salgo pronto para ir paseando porque el autobús nunca se sabe; si una vez delante de mis ídolos puedo disfrutar de ellos, porque me he pasado la mitad del concierto escudriñando las salidas de emergencia, no vaya a ser que les dé por entrar a una banda de chalados con kalashnikov en la mano y gritando algo que no entiendo...

 Parece una película de ciencia ficción ¿verdad? pues no, es una realidad y la estamos viviendo nosotros, y ahora, esa supuesta y civilizada  “humanidad”.

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