Cuentos del tren, una aventura multicolor

Tren. / Pinterest
Tren. / Pinterest

Antología seleccionada por Seve Calleja de la editorial Espasa compuesta por relatos de diecisiete autores de una alta estima literaria.

Cuentos del tren, una aventura multicolor

A veces me llega el comentario: “Es que usted comenta pocos títulos de actualidad, tampoco premios” ¿Qué se debe entender por actual, la fecha que viene en los créditos o la calidad del contenido? Hace unos días al lado de un centro de salud compré por un euro un ejemplar de Cuentos del tren. Sentí nostalgia de aquella Espasa Calpe y la Austral de mi juventud. De igual manera que resulta extraña una película del lejano Oeste sin una diligencia y vaqueros que cabalgan juntos, indios, una rudimentaria funeraria, la barbería, el establo en el que se hierran y guardan los caballos, y un Saloon con el pianista al fondo corriendo el peligro de ser tiroteado. Es lo que ocurre con la historia del tren como compañero de viaje de la literatura. El tren protagonista  envolvente  de rica y variada mercancía  en la historia de la escritura universal, donde los grandes maestros de la literatura tomaron como protagonista esa máquina de hierro tirando de vagones con asientos de departamentos repletos de personajes con vidas, viandas compartidas, historias. Factores humanos con sus aventuras y sueños sobre vías paralelas.

Y eso es lo que la solera de la casa, la editorial Espasa Calpe, ofrece en esta antología seleccionada por Seve Calleja con el título de Cuentos del tren, compuesta por relatos de diecisiete autores de una alta estima literaria, entre los que se encuentran cuatro españoles: Blasco Ibáñez, Clarín, autor de gran novela de la literatura española La Regenta, Eduardo  Zamacois y el inolvidable Ignacio Aldecoa. Curiosamente, con este libro dirigido a la juventud a partir de los catorce años, puede ocurrir como cuando un padre regala por Reyes un tren a su hijo, que suele ser el padre el que más juega con él, desplazando al hijo o pactando una participación en la aventura por turnos corriendo hacia el pasado.

Esta antología de seguro que puede provocar idéntico placer, pues es un libro sin edad. La calidad de los cuentos, su selección, despertará de nuevo el interés de aquellos que un día disfrutaron de su lectura, otros podrán descubrir el encanto y la belleza narrativa en un género tan vinculado con ese invento en los albores del XIX: el tren. Amor, crímenes, pasiones, aventuras, humor. La vida en sí sobre las ruedas de la existencia misma. Los amigos del ferrocarril, quienes lo amamos, nos sentimos solidarios porque nos llevó y nos traía de una estación a otra, andenes llenos de amor y pasiones, de un tiempo vivido con multitud de personajes.

Zane Grey abre el libro con El caballo de hierro, una estampa de la historia del ferrocarril en las grandes llanuras del Oeste americano. Stevenson narra la aventura de los inmigrantes que esperan un tren para adentrarse en las grandes llanuras hacia una nueva historia. El maestro del cuento breve Antón Chéjov  subyuga con su fino humor y clarividencia en Un viaje de novios.  La aventura de un recién casado que se equivoca de tren por culpa de una copita de más mientras la desposada corre veloz en otro. Blasco Ibáñez aborda el ferrocarril desde un punto de vista social, aquellos que por su precaria vida corrían el riesgo de viajar de matute. Isaak Babel, el que tanto sufriría bajo el estalinismo, nos regala ficción sobre ficción desde una breve pincelada idealista de la Revolución Rusa, el espíritu y la justicia del pueblo.

 Así, a ritmo de locomotora y silbato desfilan como el baile colectivo de la arboleda desde la ventanilla ante el lector, contemplativo entre la memoria y la lectura por la que desfilan las diecisiete historias de este libro, reflejando el espíritu de una época que se inicia en el siglo XIX con la gran revolución del Caballo de hierro, dispuesto a cambiar el ritmo de vida social y el tiempo, que parece florecer  en nuestros días con la modernidad tecnológica. Los autores elegidos van  dejando ricas y amenas  variedades propias de los grandes maestros del relato corto, ese ejercicio de elaborada literatura que parece que va ganando lectores en la actualidad. En resumen una antología honestamente recomendable para jóvenes y mayores que deseen sacarle partido al bello oficio de leer en el tren soñando las idas y venidas, el cambio de vías de la vida misma.

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