¿La gente no va al cine en España por el precio o por la piratería?

Los multicines Valle Inclán de Santiago de Compostela cierran tras tres décadas de historia.
Los desaparecidos multicines Valle Inclán de Santiago de Compostela.

Parece que los responsables de las salas han descubierto que lo que impide ir al cine no es la piratería, sino que los precios son a veces altos. ¿O no es así?

¿La gente no va al cine en España por el precio o por la piratería?

La familia Corleone —nombre ficticio— formada por los padres y dos hijos decidió el viernes ir a ver una película al cine. Se gastaron casi 40 euros en las entradas. Si a esta cantidad le suman las palomitas, refrescos de cola y demás, la suma ascendió a casi 60 euros. Finalmente, tras la película tomaron una hamburguesa con los niños, lo que llevó la cuenta final hasta los 100 euros. Una cantidad inasumible para una familia media, cuyo sueldo supera escasamente los 1.000 euros. Parodiando a una de mis películas favoritas podría decirse que asistieron a un "Atraco a las tres".

Esta semana, coincidiendo con la tercera edición de Madrid Premiere Week, las dos principales empresas de cine de España —Yelmo Cineples y Cinesa— a través de diferentes promociones, han decidido bajar el precio de las entradas a 3,50 €, pero solo el lunes, el martes y el miércoles. Para ello hay que hacerse fan de su página de Facebook (Yelmo Cineples) o descargar un cupón de la página web (Cinesa). Así se recupera la idea de la Fiesta del Cine por la que se podía acceder a la salas por 2,90 €, un tercio de su precio habitual y que llevó al cine hace escasas fechas a más de un millón y medio de personas, con esperas interminables.

Si tantas personas son capaces de hacer colas kilométricas para adquirir una entrada, lo único que les impide hacerlo de manera habitual es el precio. Ya basta de criminalizar a internet y a las descargas ilegales. Parece que los responsables de las salas de cine han descubierto que lo que impide ir al cine a la gente no es la piratería, sino que los precios por acudir al cine son a veces un atraco. Eso sin hablar de la escasa calidad de las películas actuales empeñadas en hacer versiones de grandes éxitos de antaño o recuperar superhéroes de nuestra niñez para llevar a las salas a los nostálgicos. Es evidente la falta de ideas. Estos días ir al cine es ir a ver una sucesión de efectos especiales realizados por ordenador que dejan al espectador asombrado con la tecnología... pero vacío, porque no le han contado una historia, verdadera razón de ir al cine. Y encima con la sensación de que lo han robado.

Piensen. Sean buenos.

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