Birdman se proclama como Mejor Película en unos Oscar muy ceñidos a la corrección

Crónica de la gala de la 87 edición de los Oscar. Lo más destacado, el show inicial, la actuación de Lady Gaga, el momento ‘Glory’ y el aroma mexicano de este año gracias a Alejandro González Iñárritu y su Bridman (o la inesperada virtud de la ignorancia).

La 87 edición de los Oscar, premios que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, se celebró este pasado domingo en el ya tradicional Dolby Theatre de la ciudad de Los Ángeles. Como viene siendo habitual, el desfile de la alfombra roja estuvo acompañado por la lluvia, aunque ninguna estrella vio deslucir su look a causa de la climatología gracias a los toldos plásticos que la organización, previsora, había instalado previamente.

Gala, la de este año, muy ceñida al guión o quizá fue que el guión estuvo muy ceñido, así, sin más. Como si los de Hollywood hubiesen puesto el piloto automático, la entrega de premios cinematográficos más vista en el mundo fue sosa y poco emocionante. El presentador, Neil Patrick Harris, es un chico agradable que ha triunfado gracias a la serie ‘Cómo conocí a vuestra madre’ y poco más. En la gala fue, como es él, agradable, elegante y poco más. El inicio de los Oscar es lo más reseñable, a parte de los premiados. Un magnífico show musical y visual con Neil Patrick Harris y Anna Kendrick cantando  y homenajeando a algunas de las mejores películas de Hollywood. Se coló por ahí el también actor Jack Black para darle unas notas de rock.

Tras este inicio, sucesión de premios, actuaciones en directo y presentadores con el texto muy bien aprendido. Cabe destacar la actuación de Lady Gaga homenajeando a la película ‘Sonrisas y Lágrimas’ que cumple 50 años. La artista deslumbró con su potente voz y una imagen muy alejada de las estridencias a las que nos tiene acostumbrados. Y al terminar la actuación, momento para el recuerdo,  Julie Andrews y Lady Gaga juntas en el escenario. Una pena que no entonaran algunas notas juntas.

El discurso de la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, fue corto y correcto. Dio las gracias al cine y a los espectadores y reivindicó las voces que no deben ser silenciadas por la violencia o el miedo.

El único momento en que el Teatro se llenó de lágrimas y de una emoción palpable, fue con la actuación de John Legend interpretando la canción ‘Glory’ de la película Selma, crónica sobre la lucha del político y activista Martin Luther King Jr. en defensa de los derechos civiles de los ciudadanos de color. ‘Glory’ se llevó después el Oscar a Mejor Canción.

A parte de la reivindicación referida a la igualdad de trato entre ciudadanos de raza negra y blanca, hubo otra muy aplaudida también, la realizada por la actriz ganadora del Oscar Patricia Arquette, quien en su discurso de agradecimiento demandó igualdad de salarios entre hombres y mujeres.

Los premios más esperados, mejor película y director, se dieron en el punto final de la gala y destacan por su aroma mexicano. Por segundo año consecutivo un director latino se lleva el galardón a Mejor Director. El año pasado fue Alfonso Cuarón con su película ‘Gravity’ y este año se lo ha llevado Alfonso González Iñárritu por ‘Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)’, película que además ha sido reconocida con el premio gordo, la Mejor Película del año para los académicos estadounidenses.