Con una autoestima alta aprendemos a reconocer y experimentar nuestro propio valor

La autoestima se entiende en líneas generales como la valoración del conjunto de nuestros rasgos corporales, mentales y espirituales. En función de dicha valoración, hablamos de personas con un nivel adecuado de autoestima o de otras que se valoran muy poco o apenas nada, de las que decimos que tienen autoestima baja. Además, nuestro nivel de autoestima no es algo estático y puede fluctuar a lo largo de nuestro ciclo vital.

Decía Oscar Wilde, escritor talentoso, esteta y bon vivant, que quererse a uno mismo constituía el principio de un romance que duraría toda la vida. Esta cita prestada de la literatura entraña cierto valor de verdad, según Victoria Permuy, doctora en Psicología por la Universidade da Coruña, ya que la autoestima es la consideración positiva o negativa que uno tiene de sí mismo, y que coloquialmente se conoce como amor propio. Victoria Permuy, master en Ciencias del Comportamiento y Psicología de la Salud por la Universidad de Leiden (Holanda) y colaboradora de MUNDIARIO, tiene experiencia docente universitaria y en impartición de cursos, talleres y seminarios en organismos públicos y privados, también sobre la autoestima.

"El autoconcepto es aquello que sabemos de nosotros mismos, con lo que la autoestima sería la valoración positiva o negativa que hacemos de nuestro autoconcepto. ", sostiene Victoria Permuy. Por eso mismo es tan importante aumentar la autoestima hasta alcanzar el punto de equilibrio adecuado. "La autoestima es un sentido de satisfacción que viene de reconocer y apreciar nuestro propio valor, amándonos a nosotros mismos y creciendo personalmente. No es un término que incluya la comparación ni la competición. Con una autoestima alta aprendemos a reconocer y experimentar nuestro propio valor", señala la web lifeder.com en un artículo de Alberto Rubín Martín titulado Cómo subir la autoestima con 11 hábitos (rápidamente).

¿Es interesante un taller sobre la autoestima? Según Victoria Permuy, resulta interesante tanto para mejorar el bienestar personal, como para sentirse mejor a nivel físico y psicológico. Una autoestima baja o una valoración especialmente negativa de nosotros mismos podría hacernos más vulnerables al desarrollo de determinados trastornos o enfermedades, tales como depresión, ansiedad, anorexia, insomnio, trastornos de personalidad, retraimiento social y aislamiento (Ballenato, G.). Asimismo, una autoestima baja puede agravar el curso de diversas enfermedades crónicas. "Una enfermedad crónica puede disminuir nuestra autoestima, porque afecta a nuestra identidad, a nuestro autoconcepto, a la sensación de control que tenemos, ya que puede hacernos más dependientes e, incluso, generarnos sentimientos de incapacidad", aclara esta experta.

¿Por qué es tan importante tener una buena autoestima? Según Alberto Rubín Martín, tendrás más estabilidad emocional, ya que cuando tienes una buena opinión de ti mismo no necesitarás la aprobación de los demás y no pensarás constantemente en qué piensan la gente de ti. "En general, no te afectarán tanto los acontecimientos externos", subraya. Según explica en dicho artículo, obtendrás mayores logros: al levantar tu autoestima es más probable ir tras objetivos difíciles de alcanzar porque creerás que tienes la capacidad de conseguirlos y por tanto actuarás con más motivación. Asimismo, serás más atractivo: las personas con una alta autoestima se sienten poco necesitadas y eso es atractivo. Las personas que se relacionen contigo sentirán una experiencia agradable y además les podrás aportar más.

Además, serás feliz, ya que una de las bases de la felicidad es tener una buena autoestima. Puedes cumplir todas las condiciones que buscas pero si no te sientes bien contigo mismo no serás feliz. Y tendrás mejores relaciones personales: cuando te sientes bien contigo mismo, aportarás más valor a los demás, serás más agradable y les contagiarás tu bienestar, concluye Alberto Rubín Martín.