¡Unidos, navegaremos más lejos!, recuerda Venizelos en nombre de la Presidencia griega

El día 1 de enero, Grecia tomó de manos lituanas el testigo de la Presidencia rotatoria del Consejo de Ministros. En el segundo semestre de 2014, la sucederá Italia.
El día 1 de enero, Grecia tomó de manos lituanas el testigo de la Presidencia rotatoria del Consejo de Ministros. En el segundo semestre de 2014, la sucederá Italia, completando un año de Presidencia sureña de la institución todavía más poderosa en el día a día de la Unión.
No sé a ustedes; a mí tienden a caerme antipáticas las personas que parecen solo saber conjugar los verbos en primera persona de singular. Será cuestión de gustos; pero, qué quieren que les diga, siempre me ha parecido más sencillo y más elegante emplear el plural.
Grecia, como saben, se convirtió, en 2010, en el primer Estado de la Unión “rescatado”, primero vía préstamos bilaterales, luego a través de dos programas sucesivos de la UE y el FMI. La deuda acumulada con sus acreedores en 2013 suponía el 190% de la riqueza de una economía en profunda recesión y con 4 de cada 10 trabajadores en situación de desempleo.
Evangelos Venizelos, recordarán, era el Ministro de Finanzas cuando se negociaron las condiciones del rescate heleno. Este político griego sigue siendo Ministro; pero, ahora su cartera es la de Exteriores. Antes de finalizar 2013, su gobierno peleó duramente una ampliación de los plazos y una reducción de los tipos de interés para poder soportar la carga de tamaña deuda, sin éxito.
El día 31, el Ministro Venizelos fue el encargado, en nombre de la nueva Presidencia griega del Consejo de la UE, de pronunciar el mensaje de Año Nuevo. Se refirió a la incertidumbre de los ciudadanos europeos generada por la falta de seguridad financiera y laboral, la tambaleante cohesión social y el auge del euroescepticismo.
Atribuyó en último término esta inquietud ciudadana a la falta de una “narrativa histórica viable”, que reafirme los valores del modelo social europeo, en la que los ciudadanos tengan verdadera voz en las instituciones legislativas y ejecutivas de la Unión.
“En nombre de la Presidencia helena y el pueblo griego, deseo para todos los ciudadanos europeos – no solo los políticos y los actores de la sociedad civil y los grupos de interés – la fortaleza y la visión para participar de forma activa y productiva en nuestra conversación sobre el futuro de Europa, que es nuestra travesía común. Como dice nuestro lema, ¡Unidos navegaremos más lejos!”, declaró.
Coincidirán ahora con Venizelos y conmigo en que es más sencillo y más elegante conjugar los verbos en plural.
En las negociaciones del Tratado constitucional, primero, y el Tratado de Lisboa, tras el fracaso sobrevenido en el proceso de ratificación del anterior, después, de la última reforma de los Tratados, en fin, se barajó la posibilidad de prescindir de la Presidencia rotatoria semestral del Consejo de Ministros (Consejo de la Unión Europea, o Consejo a secas), la institución en la que están representados de forma colectiva los gobiernos de los países. Tenía sentido; pues, convenía tratar de simplificar, en la medida de lo posible, la configuración institucional resultante, teniendo en cuenta asimismo que se creaba una nueva figura: la Presidencia del Consejo Europeo, que es, como saben, una institución europea diferente, que integra, además de a su Presidente y a los Jefes de Estado o de Gobierno, al Presidente de la Comisión Europea.
Finalmente, se optó por conservar la rotación en la Presidencia del Consejo de la UE para que los distintos Estados mantuviesen una ventana de oportunidad de seis meses para impulsar asuntos de la Unión de su especial interés. También, a fin de mantener las actividades de difusión del proyecto europeo en el ámbito doméstico del país que detenta la Presidencia rotatoria, en la línea de acercar las instituciones de la UE a todos sus ciudadanos.
En 2014, primero Grecia y a continuación Italia se ocuparán de estas tareas, sumando un año de Presidencia sureña.
Las prioridades de la Presidencia helena (http://gr2014.eu) son, por este orden: mayor compromiso con el crecimiento, el empleo y la cohesión; mayor integración, especialmente de la eurozona; mejor control de fronteras y movilidad interior; e impulso de una nueva estrategia marítima que coadyuve al crecimiento (“crecimiento azul”, lo llama el gobierno griego) y la seguridad también energética.
Es evidente que la Presidencia italiana, cuando tome el testigo, el 1 de julio, no alterará el rumbo heleno; pues, ambos países comparten no solo costa mediterránea sino también capacidad para entender a la primera que navegando en solitario rara vez se llega a buen puerto.
Pero, antes del cambio estival de timonel en el Consejo, como también subrayó el Ministro Venizelos en el mensaje de Año Nuevo de la Presidencia helena, todos transitaremos por los mares revueltos de las singulares elecciones europeas de mayo.
Veremos cómo se da la pesca.