El Reino Unido y la UE bajan la tensión para ejecutar el Brexit

Boris Jhonson. / Pixabay
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Londres y Bruselas acuerdan prorrogar otros tres meses los controles aduaneros en Irlanda del Norte. Esto se ha complementado con la presentación de un plan de ayudas por Johnson.
El Reino Unido y la UE bajan la tensión para ejecutar el Brexit

La relación entre el Reino Unido y la Unión Europea ha sido, en los últimos meses, muy tensa. Esto porque no se han puesto de acuerdo en algunos puntos relacionados al Brexit. Sin embargo, ambas partes parecen que ya no desean seguir la misma ruta y, por eso, lograron consensuar en que haya una prorroga otros tres meses los controles aduaneros en Irlanda del Norte. Digamos que es un paso para cooperar y menos confrontar. 

El período de gracia inicial concluyó el pasado 31 de marzo, pero Londres fue incapaz de cumplir sus compromisos y se saltó de manera unilateral lo acordado en el Protocolo sobre la relación entre la provincia británica irlandesa y la República de Irlanda, miembro de la UE. 

“Queremos usar nuestras libertades recuperadas como país independiente y soberano para que todas las administraciones a lo largo del Reino Unido puedan ofrecer ayuda financiera [a las empresas] sin tener que sufrir una burocracia pesada”, ha anunciado el ministro de Comercio británico, Kwasi Kwarteng, en referencia a la anterior obligación de pasar por el filtro previo de la Comisión Europea (CE).

Sin embargo, hay un punto que podría trastocar lo anunciado. Según El País, "si bien bajo la normativa comunitaria toda ayuda pública debe contar con autorización previa de la CE, lo cierto es que hay un generoso Grupo General de Excepciones desde 2008 para incentivar el desarrollo regional, la creación de nuevas inversiones o empleo, la protección medioambiental o la promoción de empresas lideradas por mujeres".

Además, el Alto Tribunal de Belfast ha ayudado a dar claridad legal al conflicto. El tribunal ha rechazado el recurso interpuesto por las principales formaciones unionistas, que querían acabar con el Protocolo de Irlanda acordado entre el Reino Unido y la UE.

"Frente al argumento de que la decisión de mantener al territorio norirlandés dentro del mercado interior comunitario quebraba el Tratado de la Unión de 1800 y el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, el juez Adrian Colton ha señalado que “ya había corrido mucha agua constitucional bajo el puente” en más de 200 años, y que los acuerdos derivados del Brexit eran una prerrogativa del Gobierno británico sobre la que los tribunales tenían poco que decir", agrega el citado medio. 

Lo cierto es que el Partido Conservador, que impulsa la iniciativa de aplazar los controles aduaneros de Irlanda del Norte, busca asumir desde un principio que todas las ayudas públicas son legales, mientras cumplan los objetivos generales de “aportar valor añadido al dinero de los contribuyentes y realizarse de modo rápido y eficaz”. 

Por eso, Londres creará dos categorías especiales: las Subvenciones de Interés y las Subvenciones de Particular Interés, “cuya aprobación puede requerir un análisis más prolongado para verificar que se ajustan a los principios generales”. Y todo será controlado por una nueva Unidad de Asesoramiento en Materia de Subvenciones, integrada en la actual autoridad británica reguladora de la competencia (Autoridad de Mercados y Competencia), y por los tribunales del Reino Unido. 

Bruselas ha advertido que la prolongación indefinida de las prórrogas no genera “la estabilidad y previsibilidad” que necesitan los ciudadanos y empresas de ambos territorios irlandeses. “Se trata de un primer paso positivo, pero seguimos necesitando una solución definitiva”, ha dicho por su parte el ministro británico para Asuntos Europeos, David Frost. @mundiario

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