El PSC y el PSOE se reúnen y cierran la posibilidad de romper relaciones

"La vocación que ha quedado clara en la reunión es que hagamos una actualización del marco de relaciones porque será la mejor manera de asegurar un marco de funcionamiento compartido". Con esas palabras describió Mario Jiménez, portavoz de la Comisión Gestora del PSOE, las conclusiones de la reunión que la autoridad máxima del partido tuvo con sus homólogos catalanes, la primera desde la rebelión de sus diputados en el Congreso en la votación de investidura de Rajoy.

El PSC ha manifestado que consideran "aparcada" la amenaza de que el partido rojo les expulse de sus órganos federales ni en las actividades internas del mismo, como la votación para elegir al próximo secretario general, cuando sea que ésta se celebre. Así lo expresó Salvador Illa, secretario de organización de los catalanes, tras el partido.

Jiménez fue un tanto más discreto y aseguró que todavía nadie está en posición de adelantar cómo quedarán las relaciones cuando se concluya la serie de reuniones programadas. Al ser preguntado sobre la conclusión que sacó Illa, evitó dar una respuesta concreta. "No quiero anticipar ninguna posición. Hay que ser muy respetuoso con el proceso de diálogo que abrimos", dijo.

"Hay una relación asimétrica que evidentemente tratándose de dos partidos autónomos con sus normas y esquemas de funcionamiento -ha respondido-. Tendremos que buscar los mecanismos desde el diálogo para ver cuál es la mejor manera de hacer. Lo que sea deberá resultar del diálogo entre ambas organizaciones. no me atrevo a anticipar ninguna posición", añadió. "El objetivo es que encontramos esa posición en lo político y lo organizativo que nos permita seguir caminando juntos", prosiguió.

Partiendo de ese punto, la comisión interna se tomará un tiempo para estudiar y analizar cómo son las relaciones de ambas hoy en día. "Nos han puesto de manifiesto que hay asimetrías, que es lo que vamos a abordar", dijo Illa.

Sin embargo, ninguno de los dos bandos ha ofrecido una fórmula para solventar la división que todavía está latente entre ambos. El hecho de que los catalanes hayan participado en el Comité Federal que decantó la abstención para permitir el ascenso de Rajoy para luego saltarse la orden de abstención, enfadó a la dirigencia fuerte del PSOE, la cual fue la primera en sacar a luz la opción de romper las relaciones que mantienen desde 1978.

Hay bastantes opciones en los papeles. La primera es la de reducir el número de delegados del PSC en el congreso del PSOE ya que lo consideran "asimétrico" en relación a las federaciones socialistas y que no es proporcional al número de militantes catalanes. La opción de acceder a las estadísticas del partido catalán también es importante en Ferraz, donde ya no confían en su partido hermano.

Los dos tienen intención también de debatir en torno al modelo político que defienden. En el cuartel general del PSOE enfadó el respaldo del PSC a la iniciativa de definir a Cataluña como una nación en el congreso que celebraron a principios de noviembre, así como la propuesta de Iceta de celebrar un referendo a lo canadiense si al final no se da vía libre a la reforma constitucional. El propio partido renunció a esa disposición después.

"Hay que llegar a una clarificación en las posiciones políticas. El punto de conexión no puede ser lo meramente organizativo y lo político dejarlo en el aire", dijo Jiménez. El portavoz prosiguió asegurando que se tendrán que "evaluar las diferencias que se hayan podido producir", entre ambas organizaciones. El PSC aseguró que mantiene en pie la Declaración de Granada, en la cual los socialistas optan por una reforma constitucional en vía a un modelo federal para solventar el problema territorial.@hmorales_gt