Nicaragua se vuelca a las calles para protestar contra el presidente Daniel Ortega

Marcha en Nicaragua. Twitter @ParidoNicaragua
Marcha en Nicaragua. / Twitter @ParidoNicaragua

Cientos de miles de nicaragüenses tomaron las calles del país exigiendo paz y el fin del régimen, convocados por la Iglesia católica. Los obispos advierten a Daniel Ortega de que no puede haber diálogo sin garantías.

Nicaragua se vuelca a las calles para protestar contra el presidente Daniel Ortega

Iglesia, feministas, homosexuales, familiares de los asesinados en la represión contra los manifestantes, empresarios y campesinos se unen para levantar la voz contra el régimen de Daniel Ortega. Nicaragua se ha volcado a las calles este sábado para exigir la paz y el fin de más de una década de autoritarismo y corrupción en la nación centroamericana.   

Cientos de miles de ciudadanos han respondido el fin de semana a la convocatoria de la Iglesia Católica para participar en la marcha “Por la Paz y la Justicia” en la Managua. La manifestación, en un principio, buscaba fungir como grito desesperado para clamar el fin de la represión y violencia en el país, cuya crisis ya ha dejado un terrible saldo de 63 muertos, 15 desaparecidos y centenares de heridos, según datos de organismos de derechos humanos que no han sido ni confirmados ni rechazados por el gobierno.

Sin embargo, la protesta terminó siendo un desahogo para los asfixiados por el régimen del sandinista. En el encuentro participaron desde representantes del sector privado, campesinos que se oponen a la construcción de un canal interoceánico en el país, hasta estudiantes.

 

 

En la marcha, el cardenal Leopoldo Brenes cargó con firmeza contra el mandatario nicaragüense y también se refirió al diálogo convocado del que los obispos son mediadores. En esa línea, el religioso dejó claro que si no hay garantías, ellos anunciarán que el proceso no se podrá dar, según apunta el diario español El País. “El diálogo va a pasar por respeto a la justicia, la verdad, la libertad y el perdón”, explicó, mientras, en el fondo, la multitud presente gritaba “¡qué se vayan, qué se vayan!”, haciendo referencia no solo a Ortega, sino también a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.

 

 

 

La crisis en el país centroamericano ha escalado a sus niveles más altos en los últimos días. El pasado lunes el gobierno aprobó unilateralmente una serie de reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social. Horas después el sector empresarial y pueblo dejaron ver su malestar por la decisión del Gobierno en las calles. El choque los ciudadanos con las autoridades ha dejado al menos 38 muertos y 48 desaparecidos, de acuerdo con el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). Sin embargo, otras organizaciones ubican la cifra en 63. @mundiario

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