De Madrid a Perpiñán sin escalas: ¿se burla Torra de Sánchez?

Con que imagen nos quedamos
Torra con Sánchez en la Moncloa y en Perpinán con Puigdemont.
Cada día se produce una nueva sorpresa en el desmantelamiento de los resortes del Estado ahora en almoneda.
De Madrid a Perpiñán sin escalas: ¿se burla Torra de Sánchez?

Que el doctor Sánchez haya encargado a su vicepresidenta Carmen Calvo conducir las negociaciones en la mesa con los independentistas es un síntoma preocupante, que añade zozobra al asunto, dadas los despistes de esta señora, alguno de ellos pintorescos. Para empezar, en su diagnóstico sobre las causas de lo que ayer era (Sánchez dixit) un “conflicto de convivencia” y ahora, al adopta el lenguaje de los separatistas “un conflicto político”, atribuyó la responsabilidad del mismo al Estado y se olvidó de datos esenciales. No aludió, por ejemplo, al que el referéndum del 1-O no se hubiera podido ni plantear si Zapatero no hubiera retirado del Código Penal que convocar referendos ilegales fuera delito. Tampoco recordó la pretensión de Mas de conseguir que Rajoy le otorgara un pacto fiscal como el vasco (momento a partir del cual se desencadena realmente la fase en la que estamos). Para ella todo deriva de la actuación del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de 2006, que Zapatero aceptara sin conocerlo. Y pasa por alto que su contenido no cabía en la Constitución, con detalles tan significativos como otorgar a Cataluña poder judicial propio o hurtar al Estado la facultad de poder legislar para aquella comunidad, como para el resto de España, sobre competencias no cedidas.

Realmente, la señora Calvo es un delicioso personaje dentro de una comedia de enredo inglesa, de ese tipo en el que no paras de reír. Ha dicho cosas tan graciosas como que “el dinero público no es de nadie” o que Sánchez no era presidente del Gobierno cuando calificó de “delito de rebelión lo ocurrido a Cataluña”, desligando persona física y cargo, de modo que concluyó que el presidente del Gobierno Sánchez nunca tal cosa dijo. Lo dijo otro.,

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La señora Calvo llevará las conversaciones en la mesa.

Pero al margen de todas estas anécdotas, lo cierto es que en la mesa donde se ventila el futuro de Cataluña y de España, Carmen Calvo ha echado leña al fuego a favor de los independentistas y contra el Estado, al considerar que el origen del conflicto empezó en 2010, cuando la sentencia del Constitucional tumbó una parte del Estatut. Pero curiosamente Josep María Jové, el llamado arquitecto del procés, imputado por su participación en él y hombre clave en el poder de ERC, sostiene que el problema deriva de la propia gestación del Estatut, que no fue votado por menos del 51 por ciento del censo convocado a refrendarlo, aunque dos de cada tres lo hiciera a favor.

Pero al margen de las ocurrencias de la señora Calvo, en las últimas horas, los acontecimientos se han precipitado: La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de procesar a Josep Maria Jové por malversación de caudales públicos, prevaricación y desobediencia como instigador y organizador en la sombra de la consulta separatista ilegal del 1-O, (al que se le impone una elevada fianza) irrumpe como un rayo en la mesa de negociación. Y denota la incongruencia de que el Gobierno de la nación se haya sentado frente a este personaje para discutir el futuro de Cataluña, que es, por lo tanto, el de España. Claro que ya se había prestado a sentarse frente a Torra, condenado por desobediencia e inhabilitado como diputado catalán, sin el meno escrúpulo.

Ahora estamos ante una nueva complicación:  Si la foto de Torra y los suyos frente a Sánchez y otros ministros es vergonzosa, dada su situación y del propio Jové  y  la suerte procesal de éste, resulta de todo punto humillante para el presidente del Gobierno de España que el mismo Torra que negocia de tú a tú con Sánchez, se vaya acto seguido a Perpiñan para intervenir en un show con Puigdemont en lo que llaman la Cataluña Norte. También estaba presente en la localidad francesa la eurodiputada y exconsejera catalana Clara Ponsatí, que ha cargado duramente contra la mesa de negociación entre el Gobierno central y el catalán que ha calificado de “engaño” delante del mismo Torra. Y que se deben dejar de fotos, sino preparar realmente la ruptura por lo que se debe hablar es de lo que hará después de que ésta se produzca.

La foto de Perpiñán

Y mientras Torra aparece sonriente al lado de Puigdemont, después de presentarse en la Moncloa, en Perpiñán, en el acto de masas organizado por el Consell per la República, el fugado llama al independentismo a “preparar la lucha definitiva» para consumar la secesión. Ya no nos pararemos y ya no nos pararán”. Y en ese mismo sentido, la seguridad de que el Estado está sometido y vencido, el propio Junqueras, por vídeoconferencia ha enviado un mensaje a los reunidos, donde ha dicho: “Cuando somos muchos, cuando actuamos coordinados, sin reproches y sin confundir al adversario, tenemos la fuerza para obligar al Estado a hacer cosas que por sí solas nunca hubiera hecho”.

Y ahí frente a esta unidad estratégica, tenemos a Carmen Calvo, la vicepresidenta a la que Sánchez ha encargado la interlocución directa y constante con los independentistas, y en especial con Pere Aragonés, el líder de los republicanos. Parece claro que a Sánchez de le impone y no sólo formalmente la agenda de la negociación. La lectura de los antecedentes del conflicto obvia la responsabilidad de quienes lo desencadenaron, y culpa del mismo a quienes desde el Gobierno del PP trataron de contenerlo, aplicando la Constitución y la Ley. No deja de ser curioso que el doctor Sánchez diga que la negociación va a ser “difícil, larga y compleja”, a lo que debería añadir que le fue impuesta para poder llegar de nuevo a la Moncloa y aprobar los presupuestos. No puede sorprenderse de que Torra le siga planteando la amnistía para los políticos presos y referéndum por la independencia. Lo que él ofrezca a cambio, aunque sea más dinero y competencias y menos Estado, son cosa que Torra considera, en todo caso, asuntos administrativos y no cruciales.

La Constitución ignorada de nuevo

Que en el comunicado final se siga hablando de Seguridad Jurídica, pero no de que no cabe otra solución que la que quepa en el marco de la Constitución lo dice todo. Lo triste es que la vida de la legislatura depende de que Sánchez siga cediendo y esa mesa, diseñada e impuesta por ERC, como presume Junqueras de haberlo logrado, se siga reuniendo.

De momento, cada día asistimos a una nueva sorpresa en el desmantelamiento de los resortes de ese Estado ahora en almoneda: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha cesado a la hasta abogada del Estado jefe del Ministerio de Hacienda, Carmen Tejera, en el que llevaba 15 años. La decisión formal ha correspondido al Ministerio de Justicia, de quien depende la Abogacía, que habría tomado la decisión tras la petición del equipo de Montero. Ocurre que la funcionaria cesada fue uno de los peritos del Estado que testificó en el juicio de procés y que apuntaló la acusación de malversación contra el líder de ERC, Oriol Junqueras. Su cese fue un acto previo a la reunión de la mesa de Gobiernos. @mundiario

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