La partida del ajedrez geoestratégico en Oriente Medio: Todo un reto para Occidente

Europa se juega en el Magreb, Libia y Egipto lo que puede perder en Turquía. La disyuntiva no es la que en 1916 acuñó Rosa Luxemburgo, ‘Socialismo o barbarie’, sino ‘Libertad o barbarie’.
La partida del ajedrez geoestratégico en Oriente Medio: Todo un reto para Occidente

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La porción de Oriente Medio en el mapamundi.

En Turquía, Oriente Medio y el norte de África se juega una partida con el islamismo en la que no puede haber concesiones, pues se trata justamente de establecer las líneas rojas que limiten de forma objetiva las pretensiones de aquellos, que, de forma sibilina, gradual o abrupta tienen en su programa máximo la islamización de dichos países.

La brutalidad y la barbarie en Siria es de tal nivel que nos habría de llevar, desde el punto de vista de una ‘realpolitik‘, al planteamiento de una situación paradójica, si no hubiese sido más inteligente optar por el mantenimiento del status quo, no apoyando al régimen de Al Asad, sino no habiendo dado pábulo al caos de la oposición al régimen, sin un liderazgo visible y una determinación clara de sacar al islamismo de sus alrededores.

En Turquía las contradicciones de Erdogan se han ‘sintomatizado’ en la calle puesta en pie de protesta contra una política oscura, concretada en las actitudes autoritarias de un personaje que pretende perpetuarse en el poder haciendo las modificaciones legales que le permite su mayoría parlamentaria. Ahora recurre al chivo expiatorio de la prensa extranjera, las redes sociales y la agitación de elementos antisociales para recrudecer la represión contra una oposición creciente a sus planes.

¿Dónde está la UE? Perdida en el laberinto de los recortes, del déficit democrático de sus instituciones, de la megalomanía de sus grandes burócratas, de la ineptitud de su nimia política exterior y de las tensiones que debilitan lo que fue un gran proyecto, sin darse por enterada de que lo que se juega en la amplísima área mencionada y en un país de naturaleza estratégica vital para Occidente como Turquía es sencillamente nuestro talón de Aquiles. Perdamos esa partida y entraremos en un proceso de colapso histórico.

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