La expresidenta Bachelet, galardonada en Alemania a los 40 años del golpe militar de Pinochet

La expresidenta Michelle Bachelet / Alex Proimos via Compfight
La expresidenta Michelle Bachelet / Alex Proimos via Compfight
Loreto Schnake, hija de Erich Schnake, senador de la República en 1973 -también apresado y torturado por la dictadura y compañero de presidio del padre de Bachelet- recogió el galardón.
La expresidenta Bachelet, galardonada en Alemania a los 40 años del golpe militar de Pinochet

El Colegio de Abogados de Frankfurt, formado por más de 17.000 juristas germanos, ha concedido a Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y actual candidata a las próximas elecciones presidenciales, el Premio a la Humanidad. El galardón reconoce así la trayectoria en favor de los derechos humanos de una mujer que ya se ha convertido en una figura internacional.

“Es un reconocimiento a una mujer valiente y de mentalidad profundamente humanitaria, comprometida desde una arraigada convicción con la humanidad, la reconciliación y la democracia.” En esos términos se expresó el Presidente del Colegio de Abogados de Frankfurt y Presidente de la Asociación de Colegios de Abogados de Europa, Prof. Dr. Lutz Simon, en la entrega del galardón.

Es, además,  un premio cargado de simbolismo. En  primer lugar,  porque se le concede 40 años después del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende y con el que se inició  uno de los períodos más oscuros para la historia de América Latina.

El mismo día del golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973, su padre -el general de Brigada de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet- que ocupaba un puesto en el  gobierno del presidente socialista, fue detenido y acusado de “traición a la patria”. Apresado y torturado,  murió seis meses después en la cárcel pública de Santiago de Chile.

En segundo lugar, porque el premio se le concede en Alemania, el país donde Michelle Bachelet y su madre vivieron exiliadas  después de haber pasado por las cárceles y campos de concentración de la dictadura  pinochetista.  Michelle -como le llaman sus compatriotas-  y su madre llegaron a la antigua Alemania Oriental en 1975, dos años después del golpe de estado, y se establecieron en la ciudad de Potsdam. Allí continuó sus estudios de medicina, interrumpidos por el alzamiento militar. En Alemania se casó y también allí nació su primer hijo, por tanto le unen a este país lazos personales, aunque la Alemania reunificada de hoy sea muy distinta a la que ella conoció en la década de los setenta.

También el lugar elegido para la ceremonia está cargado de simbolismo e historia.  La entrega de este reconocimiento tuvo lugar en la Iglesia de Paul en Frankfurt, el lugar de la libertad democrática y la unidad de Alemania. Allí,  en 1848, los primeros representantes electos del pueblo celebraron la primera sesión de la Asamblea Nacional Alemana.

Bachelet eligió muy joven  dedicarse al ejercicio de la  salud pública y su carrera política se inició también muy temprano en el  Partido Socialista de Chile. Llegó al ministerio de Sanidad con el ex presidente Lagos y su designación como ministra de Defensa en el año 2002 se vivió entre los chilenos como un ajuste de la historia: la hija del general constitucionalista asesinado por Pinochet asumía las riendas del ejército chileno, el mismo que había protagonizado el golpe de estado de 1973.

A pesar de la importancia del premio, Michelle Bachelet no ha asistido a la entrega en Frankfort. En marzo de este año renunció a su puesto como máxima responsable de ONU Mujeres para volver a Chile y dedicarse a preparar su candidatura para retornar a la presidencia del país. Las elecciones son en noviembre y todo su equipo ya está en marcha para preparar la campaña. Un último símbolo: ha sido Loreto Schnake, concejala de Santiago e hija de Erich Schnake, senador de la República en 1973 -también apresado y torturado por la dictadura de Pinochet y compañero de presidio del padre de Bachelet- quien ha recogido el galardón en su nombre.

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