El gobierno de Guatemala habla de reforma tributaria en un clima de evasión

Jimmy Morales durante la firma del acuerdo con la transparencia y cero tolerancia a la corrupción.
Jimmy Morales durante la firma del acuerdo con la transparencia y cero tolerancia a la corrupción.

En un clima donde la moral de los contribuyentes ha sido minada por la grotesca corrupción en el gobierno, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, habla de reforma tributaria pero no da a conocer su propuesta.

El gobierno de Guatemala habla de reforma tributaria en un clima de evasión

Insistirle a la oscuridad solo profundiza su vacío.  Eso sucede muchas veces en Guatemala con la recaudación, la pobreza o el conservadurismo.  Lo recientemente anunciado por las autoridades del Ejecutivo encargadas de las finanzas, encabezadas por el presidente Morales, no satisface porque se trata de escarbar en el mismo agujero sin dar luces o respuestas sobre cómo el gobierno está invirtiendo lo “poco” que tiene y el plan para eficientar la actual recaudación, poniendo énfasis en los grandes evasores.

La regañada del jefe del Ejecutivo a sus críticos no hace más sólidas sus propuestas. Para recuperar la confianza primero hay que transparentar y mostrar que se utilizan los recursos competentemente. Lo que se percibe es cierto miedo a seguir desnudando a quienes se han hecho millonarios evadiendo: ya las momias califican el buen trabajo del superintendente Solórzano Foppa como Terrorismo Fiscal.  Un informe de la Superintendencia de Administración Tributaria sobre el aplaudido desempeño que ha tenido últimamente, ayudaría mucho a plantear una propuesta equilibrada para ampliar la base tributaria, de manera paralela al control serio y diáfano sobre las grandes empresas.

Lo que se percibe es cierto miedo a seguir desnudando a quienes se han hecho millonarios evadiendo.

“El que se quema con leche hasta el requesón sopla”, y los guatemaltecos tenemos el morro abrasado.  Sería una inconsciencia decir que no hacen falta más recursos, la realidad en salud, educación e infraestructura, por mencionar tres cosas fundamentales, es terrible; pero no confiamos, nos han robado mucho y eso duele a fin de mes, o cuando alguien en la familia se enferma, o la cuesta de enero llega hasta junio, o nos extorsionan, etcétera. 

Para que los guatemaltecos alcancemos mediante la razón sus planteamientos, ciudadano presidente, primero debe cambiar lo que nuestros sentidos captan: de lo contrario seguiremos viendo solo las sombras que se proyectan frente a nosotros sin saber lo que sucede a nuestras espaldas…  Construir una nueva realidad en Guatemala requiere liberarnos de quienes nos han robado desde siempre y nos han metido en este hoyo donde todo falta: no hacerlo es insistir en la oscuridad.

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