En España hay medios con doble vara de medir para derechas e izquierdas

Desde el verano, distintos episodios constatan una incontestable realidad: el doble rasero que manejan algunos medios a la hora de abordar y juzgar hechos relacionados con la izquierda y la derecha.
Desde este verano estamos asistiendo a distintos episodios que constatan una incontestable realidad: el doble rasero que manejan los medios a la hora de abordar y juzgar hechos relacionados con la izquierda y la derecha.
Sin ir más lejos, este fin de semana en Sevilla, la presentación del libro “Los últimos días de José Antonio”, con autoría del catedrático Francisco Torres, movilizó a la izquierda radical que presionó a través de las redes sociales hasta lograr su prohibición. Sorprende en un país en el que cuando se presentan libros sobre personajes de la izquierda, totalitarios o muy cercanos al totalitarismo, jamás nadie osa rechistar, ni dudar sobre el alcance de la libertad de expresión. Curiosamente la misma librería había presentado esta semana un libro que satirizaba sobre el magnicidio de Queipo de Llano y no pasó nada.
No es la primera vez, también en Sevilla se llegó a prohibir desde instancias oficiales un acto sobre Agustín de Foxá, y denunciada la ilegalidad de la prohibición, la responsable resultó culpable, pero no hubo pena alguna contra ella.
Recientemente también se denunció escandalosamente que en un mercadillo militar realizado en un colegio de Quijorna, uno de los stands exhibía símbolos fascistas. Se pidió la destitución inmediata de la alcaldesa que tuvo que justificarse en todos los medios. Sin embargo, también había en la misma feria metopas comunistas de las Brigadas Internacionales, banderas republicanas, condecoraciones de la Rumanía de Ceacescu y no pasó nada.
También este verano, con grave consternación en los medios se filtraron unas fotografías de cachorros de Nuevas Generaciones con saludo fascista y con la bandera anterior (no anticonstitucional como se empeñan en decir ya que incluso la primera constitución española está escrita sobre esa bandera), pero continuamente asistimos a manifestaciones donde la bandera republicana campa por sus anchas, banderas separatistas, la estrella roja comunista e incluso es habitual ver el saludo totalitarista del puño en alto muchos actos del partido socialista (gesto ya abandonado por la mayoría del socialismo europeo) … y aquí no pasa nada. En plazas y ayuntamientos vascos siguen colgando fotos de etarras, pertenecientes a una banda que no olvidemos se declara marxista- leninista, auténtica apología del terrorismo y tampoco pasa nada.
También en Pontevedra, Oleiros...
En pleno casco antiguo de Pontevedra, puede verse una escultura acompañada una hoz y un martillo, símbolo del régimen que más muertos ha ocasionado en el planeta y en el municipio coruñés de Oleiros se exhibe ostentosamente una estatua del Che Guevara de tamaño colosal, personaje del que un editorial del nada sospechoso El País afirmó ser "un miembro de la saga de héroes trágicos, presente aún en los movimientos terroristas de diverso cuño, desde los nacionalistas a los yihadistas, que pretenden disimular la condición del asesino bajo la del mártir” . Sin embargo cualquier símbolo franquista debe eliminarse, aunque suponga la amputación de fachadas graníticas o vidrieras de alto valor artístico. Se elimina también cualquier atisbo de nomenclatura franquista del callejero pero líderes totalitarios tienen calles en todo el país y la abiertamente stalinista Pasionaria fue enterrada bajo el sonrojante título de “La flor del siglo XX”.
De nuevo hace unos días, unos energúmenos fascistas intentaron boicotear un acto de la Diada provocando todo tipo de condenas y doce detenidos, pero todos hemos visto este año a jóvenes totalitarios interrumpiendo actos en las Universidades, intentos radicales de tomar el Congreso, manifestaciones ilegales ante las sedes del PP, violentos scratches a políticos de derechas, incluso sanitarios faltando al juramento hipocrático pidiendo que no se asistiera a una herida grave… pero no pasa nada… eran de derechas...
Paroxismo de doble rasero
El paroxismo del doble rasero llegó cuando durante meses la izquierda indignada tomó la Puerta del Sol degradando uno de los espacios estrellas del turismo, y paralizando la vida de la zona, una de las principales fuente de divisas de la capital. Irrisorio resulta pensar que lo hubieran intentado jóvenes cristianos o conservadores, habría un clamor contra ellos y el propio gobierno derechista de la capital los hubiera desalojado a cajas destempladas el mismo día...
También sorprenden las peticiones continuas al PP, incluso en Europa de condena al régimen franquista, pero jamás de aquellas dictaduras contemporáneas más allá del muro tanto o más totalitarias que la del ferrolano.
Cualquier alumno de Bachillerato cuando le pregunten por las dictaduras, aparte de Franco nombrará a Hitler, y si es muy culto a Mussolinni y Pinochet, pero jamás a Lenin, Mao, Pol-pot y mucho menos a los dictadores de los países satélites de posguerra que multiplican por mil los muertos de los primeros. No se lo enseñan en sus clases.. y aquí no pasa nada.
Influencia del cine
Y aunque sorprenda, parte de esta culpa la tienen los EE UU, y en concreto su cinematografía, con miles de películas sobre los nazis, única noción de Historia que tienen muchos ciudadanos, y muy pocas sobre la barbarie de los comunistas, pero claro, era más fácil cargar contra los alemanes que perdieron la guerra y no olvidemos que fueron aliados de Stalin y “miraron para otro lado”. Apenas podemos recordar "Los gritos del Silencio” y una tímida película sobre el horror y gran mentira de las fosas de Katyn, de escaso presupuesto y difusión apenas atisbó a contar sólo uno de los capítulos de la barbarie comunista.
Y es algo que no pertenece al pasado, a día de hoy la izquierda española sigue sin condenar el régimen de Castro y adopta una incalificable postura ante los partidos de la órbita terrorista. Tanto que no tienen reparos en contratación como asesor para asuntos en Cataluña a Otegui condenado por pertenencia a banda armada.
No hay totalitarismos buenos si son de izquierdas, y perversos si son de derechas. Y es que aunque a la izquierda esté cegada, el totalitarismo de izquierdas existió y existe y debe perseguirse, al igual que el de derechas. No puede haber un doble rasero… Los extremismos deben condenarse e ilegalizarse. No tienen cabida en un sistema democrático. Ninguno de los dos. Ambos por igual.