Aunque deberían, los derechos humanos no serán parte de la cumbre de Kim y Trump

Kim Jong-un, líder norcoreano; y Lee Hsien Loong, primer ministro de Singapur. RR SS.
Kim Jong-un, líder norcoreano; y Lee Hsien Loong, primer ministro de Singapur. / RR SS.

Este 12 de junio será historia cuando el presidente estadounidense y el líder norcoreano se reúnan por primera vez para pactar un acuerdo donde buscarán desnuclearizar la península coreana.

Aunque deberían, los derechos humanos no serán parte de la cumbre de Kim y Trump

Alrededor de 300 ONG han firmado una carta dirigida al líder norcoreano Kim Jong-un para pedir algunas reformas y el fin de los abusos en materia de derechos humanos, un tema que no tratará en la cumbre donde se reunirá con el presidente estadounidense Donald Trump.

“Ningún país ha oprimido a sus propios ciudadanos más completa o brutalmente que la cruel dictadura de Corea del Norte”, fueron las primeras impresiones de Trump durante su discurso ante el Congreso hace cinco meses. Ahora, este 12 de junio el líder republicano se reunirá con Kim en Singapur para tratar la desnuclearización de la península coreana más no tratarán la “dictadura cruel” de Kim.

Los medios increparon a Trump sobre el tema cuando salía de Washington para participar en la cumbre del G-7, a lo que este señaló “vamos a abordarlo”, sin más detalles. El problema es que las ONG advierten que el desarme nuclear pueda anteponerse ante los derechos humanos que hacen faltan en Corea del Norte.

Una comisión de la ONU para los Derechos Humanos presentó un informe en 2014 donde señaló que en Corea del Norte ha perpetuado “crímenes contra la humanidad” en las prisiones ordinarias, contra los creyentes religiosos y en campos de trabajo forzado.

 

El trabajo apunta que: “Estos crímenes contra la humanidad incluyen la exterminación, asesinato, esclavitud, tortura, prisión, violaciones, abortos forzados y otra violencia sexual, persecución por motivos políticos, religiosos, raciales o de género, el desplazamiento forzados de población, la desaparición forzosa de personas y el acto inhumano de causar hambruna prolongada a sabiendas”.

Según Amnistía Internacional, entre 80.000 y 120.000 personas se encuentran detenidos en campos de concentración de trabajo para prisioneros políticos, donde “se encuentran en riesgo de tortura, trabajos forzados y otros maltratos, así como de ser ejecutados”.

 

“El aumento del diálogo de Corea del Norte con otros países es un paso positivo, pero antes de que el mundo se emocione demasiado hay que recordar que Kim Jong-un sigue al frente del sistema más represivo del mundo”, señaló Brad Adams, director para Asia de Human Rights Watch. “Como el Consejo de Seguridad de la ONU ha reconocido, los abusos de los derechos humanos en Corea del Norte y las amanezcas contra la paz y la seguridad están conectados intrínsecamente, por lo que toda conversación sobre seguridad debe incluir los derechos humanos”.

Por ahora, los analistas aseguran que el tema sobre derechos humanos en Corea del Norte tendrá que esperar, porque puede que sea solo una herramienta para obtener lo que realmente quiere lograr Trump, que es la desnuclearización de la península. @mundiario

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