La credibilidad de Rajoy queda en evidencia tras la sentencia del caso Gürtel

Mariano Rajoy, líder del PP. / Archivo
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español. / RR SS.

El testimonio que brindó el presidente de Gobierno es juzgado durante la conclusión del famoso caso por corrupción. Según las conclusiones de Anticonrrupción, el presidente y otros dirigentes del PP no dijeron toda la verdad para evitar la crítica social.

La credibilidad de Rajoy queda en evidencia tras la sentencia del caso Gürtel

De los tres magistrados del tribunal que han juzgado el caso Gürtel, dos consideran que existe la caja b y que el testimonio del presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, y de otros dirigentes del PP carecen de “credibilidad”. En las 1.700 páginas, los jueces Julio de Diego y José Ricardo de Prada, llegan a citar hasta en 12 ocasiones la opaca contabilidad del PP para justificar su sentencia contra el extesorero del partido, Luis Bárcenas, a 33 años de cárcel.

Los magistrados sustentan la creencia de la fiscal donde asegura que existe una caja b dentro del partido, donde hablan de las pruebas “contundentes”, y que las mismas no han sido afectadas por las palabras de Rajoy y el resto de los políticos del PP. El fallo de los jueces afianza lo que ya sentenció la Fiscalía Anticorrupción en sus argumentos, donde señalan que las declaraciones de los políticos “no parece como suficiente verosímil” como para retirarla.

Asimismo, destacan a los exparlamentarios Jaime Ignacio del Burgo, Santiago Abascal y Luis Fraga, que reconocieron haber recibido fondos de los casos corruptos. En sus testimonios, Rajoy y el resto de los dirigentes negaron la existencia de la caja b, para la fiscalía y los jueces, los discursos carecen de “veracidad” que al “reconocer haber recibido estas cantidades… pudieran ser considerados por los testigos como merecedores de un reproche social”.

En conclusión, el fallo establece que los testimonios no son lo suficiente “verosímil para rebatir la contundente prueba existente sobre la caja b del partido”. Señalaron la participación de los dirigentes Javier Arenas y Pío García Escudero, que “vinieron indirectamente incluso a confirmar algunos de los apuntes de la caja b”, al hablar de la cena homenaje para el entonces tesorero Álvaro Lapuerta. “Es decir, dieron detalles de lo que aparecía reflejado en este apunte de la caja b del partido”.

La sentencia detalla que el PP contó con una caja b en forma de “una estructura financiera y contable paralela a la oficial existente al menos desde el años 1989”. En dicha contabilidad “se hacían constar ingresos y gastos del partido o, en otros casos cantidades entregadas a personas miembros relevante del partido”.

Los jueces consideran aprobada la existencia de la caja b que funcionaba “al margen de la contabilidad oficial” y que era nutrida “a base de ingresos o aportaciones que incumplían la normativa sobre financiación de partidos políticos” que eran realizados “por personas y empresas que resultaban beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas, y como gratificación por ese trato de favor”. @mundiario​​

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