Paro, reforma laboral y sanidad son tres ejemplos de cómo se quiere engañar a la gente

Mariano Rajoy, en su comparecencia por el caso Bárcenas.
Mariano Rajoy, en una comparecencia parlamentaria.

Las promesas de los partidos y coaliciones políticas no se cumplen por los gobiernos resultantes de las elecciones supuestamente en aras de gobernar para todos.

Paro, reforma laboral y sanidad son tres ejemplos de cómo se quiere engañar a la gente

El día 25 de mayo se celebrarán las elecciones para el Parlamento Europeo. Los medios de comunicación del Estado ya han comenzado a anunciar la exposición del censo electoral, para que los interesados –  que no serán demasiados-  puedan revisarlo y asegurarse de su inclusión en el mismo. Quienes no figuren en él, no podrán votar. Es importante saberlo. Tanto como votar, aunque se haga en blanco. Hace bien el Gobierno informando sobre el tema. Lo que hay que pedirle es que la información sea clara y concisa, no interpretable. Del primer visionado de la misma, no se saca esa conclusión. La Junta Electoral Central debe asegurarse  de que, una vez más, el Gobierno del Estado no arrime  el ascua al partido que le sustenta. Si con ello pretende cambiar el signo de las encuestas, una vez más, se equivoca.

Quedan 115 días en los que la realidad va superar a la ficción: ni uno solo de los partidos políticos o coaliciones que se presenten a estas elecciones dejarán de contar mentiras. Verán la paja en el ojo ajeno, pero  no la viga en el propio. Siempre fue así y lo seguirá siendo hasta el final de los tiempos. Lo importante es el “machito” y lo demás, entretenimiento para lerdos. Incluso, una vez alcanzado el objetivo, no van a renunciar a la pedagogía del engaño. Vean ejemplos:

1º) El paro ha caído, en España, en el último trimestre de 2013, según la EPA (Encuesta de Población Activa), en 69.100 trabajadores. De este dato se hicieron infinidad de elogios. “España va bien” dirían los seguidores de Aznar. Lo dicen también los de Rajoy, aunque no vaya tan bien.

Según la misma encuesta, en el año 2013, el número de cotizantes  desciende 198.900 ocupados y la población activa se reduce en 267.900 personas; casi cuatro veces más que la disminución del paro. De estos datos, los medios de comunicación del sistema, apenas se han enterado. Hacerlo desluciría el primero de ellos.

2º) La reforma laboral y sus añadidos, presentes y futuros, son necesarios para una mayor contratación y la disminución del paro. El objetivo es crear empleo, dice el Gobierno de España. Oculta que lo que realmente se pretende es dar facilidades a los empresarios no para que contraten más y mejor, sino para que despidan más cómodamente y más barato. La respuesta del empresariado, al menos en Galicia, la recoge extraordinariamente bien, la Inspección de Trabajo, que solo en infracciones ha recaudado en 2013, más de 10 millones de euros. La mayor parte por contrataciones fraudulentas: 1.341 sanciones lo fueron por no haber dado de alta al trabajador en la Seguridad Social. Para tal resultado no hacían falta tantas alforjas. Los empresarios siempre contrataron como quisieron. Díganselo a la ministra de Trabajo, porque aún no se ha enterado.

3º) La sanidad será siempre pública, de calidad y universal. Lo dijo en repetidas ocasiones el propio Rajoy. Lo pretendido en la comunidad autónoma de Madrid, ahora paralizado por la justicia, lo contradice. En Galicia, las movilizaciones del personal sanitario, lo están impidiendo. ¿Hasta cuándo? La privada está preparándose para asumir la privatización, monopolizando la asistencia. ¿Dónde queda la sanidad gratuita, pública, de calidad y universal? Ni siquiera atienden las reclamaciones de los afectados.

4º) Montoro, ministro de Hacienda, asegura que no subirá el IVA. De Guindos, ministro de Economía, del mismo Gobierno, asegura que durante este año habrá importantes modificaciones del IVA. Para Montoro, parece que subir el IVA es que pase del 21 al 23% y no que un importante número de productos que ahora cotizan al 8%  alcancen, de inmediato, el  10 %. Los movimientos dentro de la escala no tienen interés… ¡Lo que hay que aguantar!     

La conclusión más sensata es que fiarse de lo que digan y prometan los partidos políticos en campaña electoral y siempre, es un gran error, porque el gobierno que resulte, no hará caso alguno  a aquellas promesas, porque lo importante es gobernar para todos; para todos los colaboradores.

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