Creencias disfuncionales y errores cognitivos relacionados con la fobia social

Enumeré las principales creencias disfuncionales y errores cognitivos relacionados con el Trastorno de Ansiedad Social, también conocido como Fobia Social. Sea consciente de estos signos para desarrollar estrategias de afrontamiento a través de la psicoterapia:

– Generalización: la persona piensa que algo desagradable que sucedió una sola vez sucederá siempre, tomando el hecho como un patrón repetitivo. Por ejemplo: “Durante una conferencia, la persona se sintió nerviosa y tembló un poco. Sintió mucha vergüenza, porque todos estaban concentrados en su actuación. Ahora, la persona declina todas las invitaciones a conferencias, pues cree que lo mismo se repetirá una y otra vez, haciéndolo sentir incómodo”.

– Minimización de lo Positivo: en la minimización de lo positivo, la persona tiende a descalificar sus cualidades y logros. Por ejemplo: “Consiguió un ascenso, pero cree que fue por casualidad, porque se siente incapaz y poco inteligente”.

– Maximización negativa: en este error cognitivo la persona enfoca, exagera y catastrofiza pequeños detalles que no le salieron perfectos según su criterio. Por ejemplo: “Todos felicitaron su conferencia, pero debido a que ella le dio un pequeño apretón de manos, la persona consideró que la conferencia fue un verdadero desastre”.

– Pensamiento Dicotómico (pensamiento todo o nada): como su nombre lo indica, existe una polaridad blanco/negro o todo/nada, donde no hay posibilidad de tonos medios, de situaciones intermedias. Por ejemplo: “La entrevista de trabajo será un éxito o un fracaso”.

– Lectura de pensamientos: es tratar de adivinar lo que otros están pensando o creer que cierto comportamiento de los demás está en tu contra. Por ejemplo: "Durante la clase, una persona le sonrió a la otra, entonces se está burlando de mí". “Durante la conferencia, la persona dormía. Entonces esto quiere decir que lo que se está dilucidando no es importante; por lo tanto soy poco interesante y lo que digo no agrega nada”. 

Valoremos racionalmente las circunstancias: puede que la persona se haya reído de alguna otra situación independiente de lo que se estaba dilucidando en la conferencia o puede que se haya quedado dormida porque trabajaba en el turno de noche pero no quería faltar a clase, sino cansancio y sueño. ganó. En otras palabras, por mucha evidencia que haya, es imposible definir juiciosamente que el comportamiento del otro es exactamente la razón por la que uno piensa. Nadie tiene una bola de cristal. Sólo una aproximación a través de la comunicación y el diálogo puede resolver las dudas, y es necesaria una gran cautela ante cualquier interpretación precipitada. @mundiario