Hombre al agua

Regata de vela. / Enrique Vazquez
En la náutica de recreo el hombre al agua puede ser un aparato, un sistema de parada del motor o una expresión indicadora de que un tripulante ha caído al agua.

Muchos de ustedes habrán escuchado eso de "el hombre al agua".

Pues bien, en la náutica de recreo el hombre al agua puede ser un aparato, un sistema de parada del motor, como el que llevan las motos acuáticas que, en definitiva, es un cable enganchado a un botón y si el piloto cae el cable se lo lleva el piloto consigo al agua, desconectando la electricidad de la moto, haciendo que ésta se pare inmediatamente.

Este hombre al agua es obligatorio en todas las motos acuáticas, junto con el chaleco salvavidas, que según el BOE del 19 de mayo del 2021 puede excepcionalmente utilizarse de 50 newtons, aunque realmente siempre recomendamos los de 100 newtons por el simple hecho de la flotabilidad y la seguridad que este último da. Los newtons son la capacidad de flotación.

Este aparato o sistema de parado de una embarcación llamada hombre al agua, lo llevan también embarcaciones no cabinadas, de forma que si el patrón cae haga el mismo efecto, desconectando la electricidad del barco y parando inmediatamente el motor.

tripulante caído al agua

Pero también hombre al agua es una expresión indicadora de que un tripulante ha caído al agua.

Si esto ocurre, tenemos que tener en cuenta que es una experiencia que puede ser traumática para la víctima y que debemos de tratar lo más rápido posible. Y cuando decimos lo más rápido posible no quiere decir que se haga a todo correr, con velocidad, sino simplemente ser lo más efectivo posible para sacar a esa persona del agua, ya que la hipotermia es el riesgo mayor que tenemos, independientemente de que esa persona puede ser objeto de un atropello por parte de otra embarcación.

Debemos de lanzar en caso de que esto ocurra un flotador por la borda, encargar a un miembro de la tripulación que no lo pierda de vista y prepararse para navegar en sentido inverso cuanto antes, dependiendo de las condiciones climatológicas reinantes en ese momento y una vez que encaremos a la persona en el agua seguir recto lentamente, frenando la hélice conforme nos vayamos acercando a su cuerpo intentar dejarlo a barlovento es decir por donde viene el viento.

Hay dos maniobras que son las más habituales para la recogida de esa persona que sería la maniobra de Anderson o el método Boutakov.

La maniobra de Anderson se realizaría metiendo timón a la banda de caída y realizando un giro modificando 270° nuestro rumbo, hasta que el náufrago aparezca por nuestra proa y en función del estado de la mar.

El método Butakov consiste en meter todo el timón a la banda del náufrago hasta que la prueba caiga 70 grados, entonces cambiar todo a la otra banda y quedarse navegando a rumbo opuesto, con lo que el barco debería volver a pasar por donde cayó el tripulante.

También puede ocurrir que un tripulante caiga y tengamos que realizar una maniobra de búsqueda, ya que no hemos visto cuando se cayó; lo primero que hay que hacer es una alerta de socorro por el canal 70, el canal selectivo digital, dando la posición inicial de caída para buscar luego la aproximación.

Y se pueden hacer dos tipos de exploraciones para buscar a esa persona, una que se denomina en espiral cuadrada y otra que se denomina por sectores.

La espiral cuadrada inicia la búsqueda en un punto de origen e iríamos ampliando el área explorada, tomando cuadrados concéntricos y esta derrota (rumbo) de rastreo, que es bastante precisa, tiene una contra y es que exige una máxima atención en los rumbos y es especialmente aconsejada para áreas de búsqueda reducidas.

Sin embargo, la exploración por sectores es un poco más compleja donde el barco recorre los tramos de acuerdo con una numeración, consistente en explorar radialmente a partir de un punto de origen y se utiliza cuando conocemos, dentro de un área pequeña, la probable situación del náufrago. Aquí todos los giros que vamos a hacer son de 120 grados a estribor y todos los tramos tienen que tener la misma longitud y el recorrido aceptable puede ser de una milla (1.852 metros) cuando recorremos por primera vez todos los sectores cambiamos de orientación del primer sector 30 grados a estribor iniciamos una nueva exploración.

Todo esto se estudia tanto en el patrón de navegación básica, como el patrón de embarcación de recreo y siempre es aconsejable que los tripulantes tengan una ligera idea a fin de poder realizar una búsqueda o una recuperación correctamente y sin provocar mayores daños originariamente causados por la caída al agua.

Por una navegación segura. @mundiario

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