Rajoy y los homosexuales
El candidato del PP a La Moncloa, Mariano Rajoy, revela hoy el programa de su partido respecto a los homosexuales en una
El candidato del PP a La Moncloa, Mariano Rajoy, revela hoy el programa de su partido respecto a los homosexuales en una entrevista publicada en La Opinión.
Rajoy dice que hará "una regulación para las uniones de hecho con efectos jurídicos pero sin equiparación al matrimonio", pero apunta que "estoy en contra de la adopción de homosexuales". La razón: "creo que es mejor que un niño tenga un padre y una madre".
El periodista le pregunta "¿Y si dos homosexuales cuidan y dan cariño a un crio abandonado?" y el candidato popular responde:"No soy partidario. Hay muchas parejas que tienen problemas para conseguir un hijo en adopción".
De sus respuestas se extraen las siguientes conclusiones:
1- Es un maestro del juego a dos bandas, de nadar y guardar la ropa. Les concedo algo a los homosexuales (regulación de las uniones de hecho), pero no pierdo el voto conservador porque no las equiparo al matrimonio.
2.- Hay una perversa hipocresía en sus palabras. Parezco moderno, porque hago algo por los homosexuales, pero en realidad manifiesto mi profundo desprecio hacia este colectivo porque les niego la posibilidad de fundar una familia. Tal como articula su política, para Rajoy los homosexuales no son unas personas normales con una orientación sexual distinta, sino unos apestados o unos desviados que no pueden educar a un niño.
3.- Hay otro descuido en sus palabras. Dice que un niño debe tener "un padre y una madre". ¿Y qué pasará con las madres solteras? ¿Les quitará la custodia de sus hijos para darlos en adopción? ¿O habrá que considerar a esos niños como ciudadanos de segunda? No sería razonable pensar que vaya a hacer nada de esto, pero con sus respuestas abre nuevos interrogantes aún sin aclarar.
Alguien dijo en una ocasión que ser homosexual y votar al PP era algo así como ser judío y votar a los nazis. Y Rajoy no está haciendo nada por desmentir esa acusación.
Rajoy dice que hará "una regulación para las uniones de hecho con efectos jurídicos pero sin equiparación al matrimonio", pero apunta que "estoy en contra de la adopción de homosexuales". La razón: "creo que es mejor que un niño tenga un padre y una madre".
El periodista le pregunta "¿Y si dos homosexuales cuidan y dan cariño a un crio abandonado?" y el candidato popular responde:"No soy partidario. Hay muchas parejas que tienen problemas para conseguir un hijo en adopción".
De sus respuestas se extraen las siguientes conclusiones:
1- Es un maestro del juego a dos bandas, de nadar y guardar la ropa. Les concedo algo a los homosexuales (regulación de las uniones de hecho), pero no pierdo el voto conservador porque no las equiparo al matrimonio.
2.- Hay una perversa hipocresía en sus palabras. Parezco moderno, porque hago algo por los homosexuales, pero en realidad manifiesto mi profundo desprecio hacia este colectivo porque les niego la posibilidad de fundar una familia. Tal como articula su política, para Rajoy los homosexuales no son unas personas normales con una orientación sexual distinta, sino unos apestados o unos desviados que no pueden educar a un niño.
3.- Hay otro descuido en sus palabras. Dice que un niño debe tener "un padre y una madre". ¿Y qué pasará con las madres solteras? ¿Les quitará la custodia de sus hijos para darlos en adopción? ¿O habrá que considerar a esos niños como ciudadanos de segunda? No sería razonable pensar que vaya a hacer nada de esto, pero con sus respuestas abre nuevos interrogantes aún sin aclarar.
Alguien dijo en una ocasión que ser homosexual y votar al PP era algo así como ser judío y votar a los nazis. Y Rajoy no está haciendo nada por desmentir esa acusación.
