El libro de Jáuregui sobre Fraga

Fernando Jáuregui es un amigo, una buena persona, un periodista. Un periodista de verdad, que paga el precio de s
El libro de Jáuregui sobre Fraga
Fernando Jáuregui es un amigo, una buena persona, un periodista. Un periodista de verdad, que paga el precio de ser simplemente periodista en vez de portavoz o periodista sobrecogedor. Quizá porque también estudió Derecho y no sólo Periodismo, sabe que en esta vida hay fronteras –casi legales-- que no deben cruzarse nunca; vamos, que un periodista no se puede estar al otro lado del mostrador. Y él no lo ha hecho, ni siquiera siendo militante comunista, o más que comunista, antifranquista de la mano de un PCE luego castigado en las urnas, a pesar de tener prestados buenos servicios a esta democracia. Digamos que el PCE trabajó y el PSOE recogió los frutos, pero bueno, ésa ya sería otra historia…

Fernando, Fernando Jáuregui, un chico del norte, de Santander, es ahora director de Diariocrítico.com y de Ociocrítico.com, está hecho un chaval con cincuenpocos años… --ése detalle es irrelevante--, y eso que lleva más de treinta de ellos dedicado a dar vida a medios tan emblemáticos como Europa Press, Informaciones, Diario 16, El País, El Periódico de Catalunya, El Independiente, Ya, El Correo, La Razón y también nuestros más cercanos La Opinión de A Coruña y El Ideal Gallego, que dirigen los amigos Orsini y Manolo Ferreiro. Y no sólo eso, porque Fernando ha sido corresponsal de Efe en las Naciones Unidas, en su sede de Ginebra, y de Pyresa en Lisboa; subdirector de Informativos de Telecinco y director del programa Mesa de Redacción. En radio, ha colaborado en la COPE, RNE y Onda Cero, y nos acostumbramos a verlo saludándonos por las mañanas desde Los Desayunos de TVE, aunque mi obligación, para esa hora, sea recomendar siempre La Mirada Crítica, como bien comprenderán. Más, cuando él ahora se debe a Telemadrid y a Canal33.

Ha publicado, solo o en colaboración –a menudo con nuestra elegante paisana Pilar Cernuda--, nada menos que unos veinte libros sobre actualidad o historia contemporánea. Y ahora tenemos en las librerías el último de ellos. Precisamente la periodista Pilar Cernuda, buena amiga de Jáuregui, desvela en el prólogo de “Cinco horas y toda una vida con Fraga” –subtitulado “La historia de un fracaso admirable”--una clave esencial, que dice textualmente: "Si quieren conocer al detalle, con fechas, lugares, notas académicas, iniciativas ministeriales, vida y milagros de don Manuel Fraga Iribarne, no sigan leyendo, pero continúen adelante si quieren ir mucho más allá, y analizar la figura de Fraga al mismo tiempo que analizan las entretelas de las dos últimas décadas del franquismo, de la Transición y de la España plenamente democrática".

Es justo como ella dice. Una definición perfecta y ajustada de un libro que se lee de un tirón, ideal para estos días que hace frío y que en librerías como Arenas --donde presentamos la obra-- sirven calentito. Digamos que es como leer un buen artículo del periódico, sólo que te hacen falta más de 5 minutos --La vida es eterna en cinco minutos…--. Yo lo he leído de un tirón, no sabría decir cuánto me llevó, pero diría que poco, aunque me supo a mucho.

No es un texto cualquiera ni pasará inadvertido. Es un libro ameno e interesante, donde Manuel Fraga Iribarne es minuciosamente analizado por alguien, como Fernando, que lo conoce a lo largo de toda una vida en la que uno, como político de talla, y el otro, como periodista todoterreno, han ido coincidiendo en el camino. Y acaso sin darse cuenta, también ellos han sido capaces de hacer, juntos, camino al andar.

En este país, en Galicia, no todo el mundo se expresa o puede expresarse con la libertad con que lo hace Fernando Jáuregui en el libro “Cinco horas y toda una vida con Fraga”. Por eso es especialmente significativo este paseo por la libertad que se está dando estos días Jáuregui sin salir de Galicia, la misma Galicia que ahora parece interesada por un gran cambio de ciclo.

Fernando Jáuregui es crítico con Fraga y le recomienda que se vaya, sin optar a una nueva reelección. Pero no es ácido ni desagradable. Con su buen estilo, es crítico con Fraga, del mismo modo que ha sido crítico con tantos otros políticos de la izquierda y de la derecha en España. Crítico y riguroso, muy preciso, y siempre estimulante para el lector. No sé si les pasa a ustedes, pero yo siempre me fijo mucho en lo que escriben algunos periodistas de las cosas que conozco personalmente, pues es la mejor manera de fiarme después de ellos cuando están de enviados especiales en la franja de Gaza o en Moscú. Debo confesarles algo: de todo cuanto conozco directamente de lo que Fernando narra, no cambiaría ni una sola coma. Sólo le recordaría, sin acritud, que estamos en A Coruña. Antes La Coruña.

El autor no elude los episodios más negros de la dilatada historia política de Manuel FragaGrimau, la represión asturiana, el caso Naseiro-- pero, en el fondo, acaba salvando a la persona, con su pluma de maestro de periodistas. Acaso porque la materia prima con la que trabaja –padre de cinco hijos y abuelo de siete nietos-- entraña muchos récords, entre otros el de protagonismo, incluso por encima del Rey, que ya es decir… Estamos hablando de quien ha sido todo lo que podía ser, pero no lo que él quería haber sido: presidente del Gobierno.

Se pregunta en algún momento Jáuregui si firma con este libro un “ajuste de cuentas”, pero creo que podemos tranquilizar su conciencia, ya que a menudo es condescendiente con el personaje al que critica, y del que me llamó la atención una cosa: que nos presente a Fraga como una persona que no es rencorosa, lo cual es de agradecer en alguien tan mayor –fielmente retratado por Xurxo Lobato en la portada--, digamos que por su propio bienestar.

También hace Fernando un homenaje a los colaboradores de Fraga que no pudieron más, sin dejar tampoco mal a personas de todos muy conocidas como Pérez Varela o Alfonso Cabaleiro. Claro que de rositas no se van todos para casa. Cuiña y Baltar llevan hasta en el carné de identidad, por caciques, cuando no por estar cerca de la corrupción. Y Cacharro tampoco pierde muchas posiciones. La verdad es que leer este libro te refresca el paisaje de los años, al que vuelven Marfany, Víctor Moro, Victorino Núñez o Meilán Gil, por citar sólo a unos cuantos…

Eso sí, no me resisto a trasladarle a Fernando una de las preguntas que me ha suscitado la lectura de su libro: ¿Por qué la derecha económica española no confió de verdad en Fraga y, en cambio, la derecha económica gallega se rindió a sus pies, hasta el punto de ser empalagosamente sumisa con Don Manuel? La duda de si Fraga sabe conducir o no, casi la dejamos para la presentación del siguiente libro, que a este paso tampoco tardará…

Enhorabuena, Fernando. Eres un maestro. Y eso que has estado “Toda una vida bajo Fraga”, que si no, ¿a dónde no habrías llegado tú?

--
* Resumen de la presentación del libro, en la Librería Arenas, en A Coruña.

LA FICHA
- Título: Cinco horas y toda una vida con Fraga
- Autor: Fernando Jáuregui
- Editorial: Espejo de Tinta.