FRAGA Y FIDEL

LA más absoluta caída en desgracia del dictador de origen revolucionario Fidel Castro ha desencadenado ataques de cierto calado al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, cuya trayectoria política es inversa a la de Castro: de la dictadura de Franco supo pasar a la democracia de todos. Es cierto que Fraga ha tenido detalles políticos y personales con el dictador cubano, beneficiario por cierto de la política exterior franquista. Pero no lo es menos que don Manuel también las ha tenido muy gordas con Fidel, hasta llegar al desplante una noche en Compostela.

Ahora que se siente blanco de muchos por haberle dado cuerda al dirigente cubano, Fraga apela a que las relaciones institucionales entre Galicia y Cuba se sustentan básicamente sobre dos de los pilares considerados \"esenciales\" por el mandatario gallego: \"trabajar a favor de la apertura democrática de la isla caribeña e intentar mejorar las condiciones de vida de colonia gallega asentada en aquel país\". No le falta razón a Fraga. Teniendo como tiene --y tenemos-- a tantos gallegos atrapados en Cuba, carecería de sentido apoyar el bloqueo de Estados Unidos o mirar para otro lado. Galicia jamás podrá darle la espalda al pueblo de Cuba. Ni al de Argentina, Venezuela, México y tantos otros países de acogida.