Feijóo tropieza con problemas dentro y fuera

Este lío de las cajas se complica cada día más, en Galicia y en el resto de España. Incluso
Feijóo tropieza con problemas dentro y fuera

Este lío de las cajas se complica cada día más, en Galicia y en el resto de España. Incluso a nivel de los máximos poderes políticos y económicos del Estado, léase Banco de España, Ministerio de Economía, PSOE y PP. Vayamos por partes. La jugada en Galicia parece clara: Caixanova quiere ir por su cuenta, cuanto más lejos mejor de Caixa Galicia, y ésta desea la fusión con Caixanova, con la bendición del presidente Feijóo, quien hoy se encuentra con que un problema que no era suyo ya lo es, y prácticamente al 100%.

Un pronóstico: Feijóo no arrojará la toalla y querrá evitar que se le perciba derrotado frente a Julio Gayoso, para lo cual necesita dar esta mañana una vuelta de tuerca, con la idea de una fusión o algo muy similar, si es que no le da reparo seguir las sugerencias que le hizo personalmente el socialista Pachi Vázquez. Sus poderes no son otros que la ley y el autogobierno, para que luego digan algunos del PP que esas cosas del Estatuto no interesan. ¿Qué sería del presidente ante Gayoso sin licencia para supervisar? ¿O incluso sin capacidad de veto ante una fusión o una alianza en el exterior? Aún así, lo tiene complicado, porque le faltan apoyos imprescindibles dentro y fuera del PP. Gayoso no es un llanero solitario: en estos momentos es el líder de Vigo y cuanto predica para Caixanova está escrito en los evangelios del Banco de España. Por si ello fuese poco, ahora resulta que el PP de Mariano Rajoy está dispuesto a pactar con el PSOE una reforma de la ley estatal de cajas que irá justo en la dirección contraria del marco legal que propone el BNG y que, tácticamente, ha apoyado el PP en el Parlamento de Galicia.

Digásmolo claro: el Banco de España no quiere que las autonomías tengan poder en el sistema financiero y tanto el PSOE como el PP avalan esa idea recentralizadora. De hecho, el PP de Rajoy insiste en la necesidad de reformar la Ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorro, la llamada Lorca, para facilitar las fusiones, especialmente entre aquellas de distintas comunidades; es decir, la mejor manera de que los gobiernos autónomos pierdan su actual influencia. Esto no es un rumor ni es una cosa de hace meses, es una idea lanzada ayer mismo por el PP de la calle Génova, lo cual no solo hará reflexionar a Feijóo, sino también al BNG, cuyo riesgo de ser utilizado en esta historia parece cada vez mayor, ya que los nacionalistas gallegos están justo en las antípodas de lo que PP y PSOE están hablando estos días en Madrid.

Si algo revela todo esto es que Galicia no es más que una pequeña porción de un gran puzzle donde entre la banca, los dos grandes partidos y el Banco de España encajarán las partes centrales, dejando como mucho algunas piezas sueltas. Ahora que se van sabiendo cada vez más cosas, aflora, por ejemplo, el temor que tuvo en su día el Banco de España a una posible ley de cajas del bipartito, con aportaciones del BNG. Por eso, entre otras cosas, jamás salió adelante. Tantos son los recelos hacia los nacionalistas que ahora surgen ciertos comentarios ante el abrazo –¿del oso?– de Feijóo a Guillerme Vázquez, como si el líder del PP gallego no estuviera suficientemente en línea con las tesis de Génova, que sin duda lo está, aunque a veces tiene que hacer sus juegos malabares para que en Galicia parezca más creíble su posición.

>> POST DATA: Vuelta de tuerca

Los técnicos de la conselleira Marta Fernández Currás han trabajado mucho pero no lograron echar abajo el frontón montado por los expertos de Caixanova, con lo cual las conversaciones entre especialistas sobre la fusión no fueron más allá de las charlas políticas de sus jefes. Sus guiones estaban escritos de antemano, tanto que hubo negativas razonadas pero también algún ‘no’ porque sí, sin margen de debate. Ante el firme rechazo de Caixanova a la fusión, al presidente Feijóo le queda darse ya por vencido, explicando bien que lo ha intentado pero que no ha podido; ampliar los plazos, o, por el contrario, sacar de la chistera algún conejo. Lo más probable es que habrá vuelta de tuerca y que el presidente estará duro, incluso formalmente.

Todo tiene su trastienda, ya que en su entorno hay quien piensa que Feijóo se juega su carrera política en este asunto de las cajas.La que sí se juega mucho es Galicia, sobre todo si no logra mantener en pie al menos una caja de ahorros. No solo hay millones de euros en el aire.

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