Las cajas de ahorros van camino de ser bancos

La banca sigue ganando terreno y no precisamente en el campo de juego, sino en los despachos. Botín y sus amigos
Las cajas de ahorros van camino de ser bancos

La banca sigue ganando terreno y no precisamente en el campo de juego, sino en los despachos. Botín y sus amigos tienen al Banco de España de su parte y juntos están dispuestos a aprovechar la crisis de algunas cajas para llevárselas por delante. Les unen varios intereses: los banqueros quieren recuperar cuanto antes el terreno perdido frente a las cajas y el Banco de España pretende deshacerse de los controles que ejercen las autonomías, de ahí que tenga tanto interés en fusionar cajas de distintas comunidades, de modo que la resultante solo dependa de Cibeles. De hecho, las cajas de ahorros ya saben que, de no mediar una reforma legal rápida, los procesos de fusión virtuales, eso que llaman Sistema Institucional de Protección (SIP), pueden dar origen a la creación de estructuras bancarias en lugar de cajas.

En el peor de los casos, el presidente de la patronal de las cajas, el gallego Juan Ramón Quintás, aspira a que los SIP –integración operativa de cajas que no implica, sin embargo, su fusión– puedan adoptar la forma jurídica de una caja de ahorros, pero no parece que vayan por ahí los tiros, ya que esos procesos de integración derivan, en la práctica, en la interposición de un banco. Y si bien todo es reversible sobre el papel, la vuelta atrás será poco menos que imposible. Algo parecido ya sucedió en Italia y los bancos terminaron haciéndose con las cajas. Por tanto, hablamos de palabras mayores, que pueden cambiar completamente el sector financiero de España, casi sin que nadie se entere, salvo los más iniciados. Entre otras cosas, porque las formas oscuras del Banco de España en la imposición de su modelo político siguen sin someterse a escrutinio público y a debate parlamentario, como ya ha denunciado el catedrático Xavier Vence en uno de sus artículos en Xornal de Galicia, donde también ha puesto de relieve la conveniencia de debatir en libertad sobre la fusión de las cajas gallegas.

En España, el lío ya está montado porque hay varios SIP en marcha, sin que el tira y afloja entre la CECA y el Banco de España depare buenas noticias para la desolada confederación de cajas, mientras se da por hecho que tampoco llegará a tiempo la reforma de la ley orgánica de cajas de ahorros (LORCA) en lo que se refiere a la revisión del modelo corporativo –los órganos de gobierno de las cajas– que anunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Del mismo modo que el profesor Fuentes Quintana hizo historia creando desde el Gobierno de UCD un marco legal propicio para el desarrollo de las cajas en España, hasta el punto de que llegaron a controlar la mitad del sistema financiero, el gobernador Mafo y los banqueros Botín y FG pueden inscribir sus nombres en la estrategia de una banca que ambiciona recuperar en los reservados lo que perdió jugando en la calle. ¿Será que el mundo del fútbol, que tanto sabe de ese tipo de cosas, ha trasladado sus métodos a la verdadera Liga BBVA de este país?

Comentarios