Algo se mueve en las cajas gallegas

A medida que pasan los días, tras las fiestas navideñas, se acerca la hora de ir conociendo una serie de claves que definirán el futuro de las dos cajas de ahorros de Galicia. La gran incógnita está ahora en Madrid, donde el Gobierno de Zapatero debe decidir si recurre o no la ley de caixas de Galicia que aprobaron populares y nacionalistas, con el rechazo de los socialistas. Mientras, acaso para calentar motores, iremos conociendo el informe de KPMG -ya empieza a tardar más de la cuenta, según las previsiones de sus promotores- y también otro informe que ultima el Igea, el instituto de estudios que dirige el ex vicepresidente Anxo Quintana. Todo parece indicar que KPMG no irá tan lejos como desean los fervientes defensores de la fusión, pero que tampoco dejará de hacer el papel que le han encomendado, a cuenta de una pasta gansa. Basta con que diga que la fusión es viable, aunque admita de paso que no es la mejor opción. Cuentan que Feijóo está preocupado y puede que tenga sus razones. No es para menos. Algo de ello tiene que ver con la postura del Banco de España y del Gobierno, con los que el joven presidente se olvidó de pactar a tiempo. Cuando Mafo llegue a Galicia dentro de unos días puede que sepamos todos mucho más. Incluso si Feijóo impondrá la fusión o se tendrá que contentar con otra alternativa que por paradójico que resulte puede encantarle a Rajoy y a Rato.