¿Precisa la Universidad deslindar gestión de investigación y docencia?

Universidad de Vigo.
Universidade de Vigo.

Precisa replantearse los sistemas de elección y nombramiento y los métodos de diseño estratégico y operativo de la gestión. El sistema de elecciones desemboca en una burocracia profesional con “intereses, deudas y/o condicionamientos” en función de los apoyos/votos recibidos.

¿Precisa la Universidad deslindar gestión de investigación y docencia?

La gestión de las universidades y su financiación es un asunto importante. ¿Están logrando una optima gestión universitaria el Rector y su equipo de Vicerrectores, los Decanos y Directores de los Centros y Departamentos, las Juntas de Rectorado, las Juntas de Centros, las Juntas de Departamento, el Claustro, los Gerentes y todo el personal de Administración y Servicios? La respuesta no puede calificarse como totalmente positiva.

Es preciso replantearse  claramente los sistemas de elección y nombramiento y los métodos de diseño estratégico y operativo de la gestión.  Actualmente, el sistema de elecciones desemboca en una burocracia profesional con “intereses, deudas y/o condicionamientos” en función de los apoyos/votos recibidos.

La superestructura de cargos se debe “adelgazar” y profesionalizar con criterios de eficacia y ausencia de endogamia. La importancia y competencias del Consejo Social/Consejo Director de la Universidad  deben ser impulsadas con toda decisión.

Es preciso un nivel más idóneo de sus miembros y un poder de decisión del Consejo muy superior al actual, siguiendo lo que se está aplicando en bastantes países de referencia. Deben cambiarse los sistemas de selección de los Rectores y sus equipos, primando mucho más la capacidad de gestión que los méritos derivados exclusivamente de las experiencias docentes o investigadoras.  Es preciso deslindar gestión de investigación y docencia.

La financiación de la Universidad

Respecto a la financiación de la Universidad pública, que es un aspecto que está muy interrelacionado con todo lo anterior, es evidente que el sistema puede financiarse con mucha más eficiencia reconsiderando el número de universidades y, muy especialmente, incrementando la autofinanciación a través de mejorar la integración y utilidad respecto al  entorno. Al mismo tiempo, es preciso canalizar adecuadamente la financiación externa impulsando decididamente los apoyos fiscales a las actuaciones de mecenazgo. Y, al mismo tiempo,  debemos  insistir en  que una investigación básica o aplicada que “sirva” con más intensidad y evidencia a la sociedad en general y a las empresas en particular, y  unos pos-grados más eficaces y abiertos e integrados con el entorno, son fuentes muy importantes de autofinanciación.

En cuanto a las tasas, aspecto importante en la financiación,  posiblemente el nivel de  enseñanza universitaria debería tener unas tasas menos subvencionadas con fondos públicos, como ocurre en la mayoría de las universidades del mundo desarrollado.

Los mejores expedientes

Las universidades han de ser capaces de atraer, seleccionar y becar los mejores expedientes y no se deberían permitir las sucesivas repeticiones de asignaturas por parte de los alumnos que no aprovechan adecuadamente los recursos que la sociedad pone a su disposición.

El sistema vigente de incremento del coste en la matricula de asignaturas que se repiten tendrá que  hacerse con un crecimiento más progresivo y limitar con más rigor el número de convocatorias posibles por asignatura.

Es preciso, en definitiva, limitar más el tiempo de permanencia en la universidad sin un adecuado aprovechamiento. Por el contrario, es necesario apoyar más intensamente a  los alumnos que trabajan con dedicación y resultados, mediante becas suficientes y  facilidades para complementar su formación, sin coste para el buen alumno,  como cursos de idiomas y proyectos subvencionados relacionados con los posgrado de especialización, estancias en cursos específicos en el extranjero, prácticas bien orientadas en empresas adecuadas del entorno, ayudas para el primer empleo en España o en el exterior, o préstamos con interés nulo o subvencionado y amortización de los mismos a partir de la consecución de un empleo con ingresos suficientes. @mundiario

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