¿En el reclutamiento las feas y los feos tenemos menos posibilidades?

Entrevista de trabajo. Noticias Universia
Entrevista de trabajo. / Noticias Universia
Podríamos decir que la gestión de los profesionales de los RR HH, escudándose en su propia naturaleza humana, es una de las actividades que llevan mayor retraso en su llegada a la "estación" de la innovación.
¿En el reclutamiento las feas y los feos tenemos menos posibilidades?

Estamos viviendo una época emocionante y vertiginosa donde se solapan la Inteligencia Natural y la Artificial. Donde lo segundo supera a lo primero en velocidad, aceleración y precisión. Por ello, el ser humano se ha visto obligado a refugiarse en la zona afín a lo emocional, pensando erróneamente que este campo se suponía cerrado para ese otro tipo de inteligencia.

Una vez se ha demostrado que las emociones humanas son el resultado de múltiples combinaciones bioquímicas, no existe excesivo problema en plantear una no muy alejada solución sintética a dichas combinaciones y recombinaciones. Como puede apreciar, ya no se trata de caracterizar dicha inteligencia, sino de clasificarla y clarificarla… de conocerla o ignorarla.

Podríamos decir que la gestión de los profesionales de los RRHH, escudándose en su propia naturaleza humana, es una de las actividades que llevan mayor retraso en su llegada a la "estación" de la innovación. Quizás ese sea el problema… que la "innovación" es una parada y no el tren que circula por las vías.

¿Por qué tanto retraso? ¿A quién le interesa que dicha innovación no progrese? Quizás no haya ningún "complot", sino que simplemente los responsables de los RRHH se ven arrinconados por el creciente espacio que va ocupando la ciencia y su elevadísima capacidad de fusión con el resto de disciplinas, generando una ausencia de sincronización entre lo que "he aprendido", lo que "debo aprender" y lo que "hay que aplicar". Todo esto nos está llevando a una profunda transformación para la cual, la mayoría no se ha preparado ni desea prepararse.

Resulta desconcertante que ante la aparición desbordante y arrolladora del Big Data y de las RR SS, los profesionales en Recursos Humanos únicamente hayan percibido y posteriormente celebrado, cómo se ha ampliado el escaparate sin reparar en el desmesurado crecimiento del concepto “Personalizado + Predictivo + Preventivo + Preciso” que requiere el reclutamiento.

Actualmente, los métodos de selección a los que estamos habituados ya se han visto ampliamente superados. Los algoritmos combinados son una realidad y las aplicaciones con Inteligencia Artificial son más efectivas, eficaces, eficientes, rápidas, baratas, justas, objetivas y "democráticas" de lo que usted se cree.

Quizás usted, o yo mismo, no seamos las personas adecuadas para ese puesto de trabajo que tanto deseamos. Para que eso suceda se requiere que nuestro comportamiento sea afín y compatible con el de la entidad y con el de las personas que probablemente trabajen con nosotros y no tanto con respecto al del individuo que nos hace la entrevista.

A menudo los humanos, lejos de resolver problemas, nos vamos acomodando a vivir con ellos antes de asumir las consecuencias de las soluciones. En definitiva, somos unos desconfiados que esperamos que los demás confíen en nosotros.

Tiene que saber que nosotros, los humanos, solo podemos describir 160 conceptos emocionales, aunque luego solo sepamos relacionar únicamente 15, mientras la IA secuencia más de 36.900 millones de combinaciones emocionales por segundo.

Es bueno que sepa que la IA tarda 3 segundos en hacer el trabajo que un reclutador humano es capaz de realizar en 25 días. También le ilustrará saber que la IA no se cree las "mentirijillas" que solemos contar los candidatos, mientras que un humano reclutador suele poner en duda nuestras verdades.

Le anticipo que la IA sabe cómo va a reaccionar el candidato con mucha antelación, mientras que el reclutador humano decide con suma antelación cómo va a reaccionar ante el candidato.

Quiero compartir con usted que la IA presenta a un solo candidato. Al adecuado. Mientras, el reclutador humano le presentará a unos cuantos y si no le gusta ninguno, “¡Tengo más!". Además, pongo en su conocimiento que la IA no tiene prejuicios, mientras que el reclutador humano emite su juicio.

Así mismo, la IA no hace entrevistas, no se fija en las fotos, ni en el aspecto físico. Nosotros los humanos decimos que no nos fijamos en "eso", pero lo cierto es que los "feos" y las "feas" tenemos menos posibilidades. 

Me apresuro a decirle que la IA es absolutamente objetiva y que los humanos somos relativamente subjetivos. Comparto con usted que la IA no padece ni genera ansiedad, mientras que el reclutador humano muestra fatiga y agotamiento a partir de la 5ª entrevista, para dejar caer lánguidamente un "Le llamaremos dentro de unos días".

Para finalizar, le aseguro que la IA nunca mentirá ni se verá alterada. No cederá a presiones ni a chantajes y obviará todos los "enchufes". ¿Tiene usted sentimientos? ¿Sí? Pues no vale como reclutador. ¡Perdón! La frase correcta sería: “Usted no es adecuado para esa tarea, pero quizás le llamemos dentro de unos días… si sale otra cosa". @mundiario

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