Los paraísos fiscales y las empresas

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. / RR SS.
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. / RR SS.
En España hay dos comunidades autónomas, País Vasco y Navarra, que gozan de una fiscalidad propia, con unas condiciones mucho más ventajosas, y que nada tiene que ver con la del resto de los españoles.
Los paraísos fiscales y las empresas

A raíz de la decisión adoptada por Ferrovial, he escuchado a varias personas –entre ellas a líderes políticos– hablar, no sé si con ligereza o frivolidad, de Países Bajos o de Luxemburgo como “paraísos fiscales”. En primer lugar, les recuerdo que son países del pleno derecho de la Unión Europea y que ya formaban parte de la misma muchos años antes de que España accediese a ese club. Les recuerdo también que son democracias perfectamente legítimas y arraigadas y que, al igual que en el caso anterior, lo son también mucho antes de que lo fuera España.

Es cierto que esos países, u otros como Suiza, tienen unas condiciones fiscales realmente ventajosas para las empresas y para los emprendedores. Pero de ahí a que sean paraísos fiscales media un abismo. Ojalá tuviésemos en España esas mismas condiciones.

Porque mi pregunta es: “¿Tienen Países Bajos o Luxemburgo peores infraestructuras, peor sanidad, peor educación o peor justicia que España? ¿Tienen los ciudadanos de Países Bajos o Luxemburgo peor calidad de vida que los españoles? Evidentemente, la respuesta a ambas preguntas es que no.

Es decir, que con una menor presión fiscal, esos países consiguen para sus empresas y para sus ciudadanos mejores servicios y una mayor riqueza. ¿Quién lo está haciendo, entonces, mal?

España es un paraíso, sí. Pero para los políticos y los mangantes. Son ellos quienes se benefician de lo que aportamos de más, mediante unos impuestos abusivos, tanto las empresas como el común de los ciudadanos. Está claro que en otros países de nuestro entorno, exprimiendo menos se consigue ofrecer mucho más. No es difícil adivinar donde está el error, por dónde se rompe la cadena y quiénes se están aprovechando de esa situación.

Si Países Bajos y Luxemburgo son paraísos fiscales, yo quiero vivir en un paraíso fiscal. Porque tienen lo mismo que nosotros pero pagan bastante menos.

También al respecto de esta cuestión he escuchado a la vicepresidenta Yolanda Díaz criticar a estos presuntos paraísos fiscales y señalar que no se puede consentir una Europa sin “armonización fiscal”. No puedo estar más de acuerdo, señora vicepresidenta. Desde hace muchos años vengo reclamando la igualdad fiscal y que todos tengamos las mismas oportunidades, los mismos derechos y las mismas obligaciones. Pero no solo a nivel de Europa, señora Díaz, sino también al nivel del territorio español. Y es que se olvida la vicepresidenta de que no hace falta irse al centro de Europa para encontrar “paraísos fiscales”. En nuestro país tenemos dos comunidades autónomas, País Vasco y Navarra, que gozan de una fiscalidad propia, con unas condiciones mucho más ventajosas, y que nada tiene que ver con la del resto de los españoles. Pero Yolanda Díaz no critica eso ni vota en contra de esos fueros especiales. ¿Por qué será?

En fin, que lo que me gustaría es que España fuese un paraíso no para los políticos sino para el conjunto de la sociedad. Y si en otros lugares lo han conseguido, no le veo ningún problema a tomar ejemplo. @mundiario

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