El crédito empresarial estaba ligado a los bancos, hasta que aparecieron las Fintech

Ambiente fintech. / Tumisu en Pixabay
Ambiente fintech. / Tumisu en Pixabay

En España urge el rescate empresarial y no solo de las grandes compañías. No todas las pequeñas empresas del tejido productivo tienen acceso a los préstamos avalados por el Gobierno ni a los bancos.

El crédito empresarial estaba ligado a los bancos, hasta que aparecieron las Fintech

En esta crisis global el pulso de la economía sigue latiendo débil. China remontó un 11,5% en el segundo trimestre y a contra corriente, Trump de camino a las elecciones continúa generando una batería de decretos para subsanar la economía que sufrió el mayor descenso de su historia con una contracción anualizada del 32,9%, en el mismo periodo.

Europa intenta que no haya países naufragando. Tristemente España sufrió la mayor caída del PIB, con un 18,5% en el segundo trimestre del año y miedo dan las predicciones de Morgan Stanley que pronosticó para el 2020, un hundimiento superior al 22%. Los hay más pesimistas como Nouriel Roubini, que no descarta una doble recesión global, en forma de W, ante una nueva ola de la Covid-19 en otoño.

Ante esta incertidumbre, el Gobierno está inmerso en vislumbrar el mejor destino de los fondos que recibirá de Europa para mitigar la crisis socio-económica derivada de la Covid-19. España logró unos 140.000 millones de euros del Fondo de Recuperación Europeo, en un acuerdo histórico, de los que 72.000 millones se otorgarán como subsidios hasta 2023. En los Presupuestos del próximo año, podrían incluirse hasta un máximo de 30.000 millones, según cifras provisionales. Urge el rescate empresarial y no solo de las grandes compañías.

Hasta ahora la banca y los Estados han salido al rescate, a Salvar a las empresas, inyectando liquidez, por ejemplo, a través del programa especial ICO frente a la Covid-19, con más de 100.000 millones de euros. Según la Asociación para los Mercados Financieros de Europa (AFME) las entidades financieras han otorgado 51.000 millones de euros entre abril y mayo.

Y sigue el goteo. También es una buena noticia la ha dado la SEPI, con el pistoletazo de salida del fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas que cumplan con los requisitos para solicitar apoyo público temporal como consecuencia de la crisis del Coronavirus (Plan de viabilidad, situación patrimonial y financiera de la empresa). El fondo está dotado inicialmente con 10.000 millones de euros de ayudas de Estado de la UE.

Las operaciones de apoyo público para reforzar la solvencia empresarial, cuyo plazo de otorgamiento concluye, inicialmente, el 30 de junio de 2021, podrán consistir en la concesión de préstamos participativos, deuda convertible, suscripción de acciones o participaciones sociales o cualquier otro instrumento de capital. El importe mínimo de las operaciones será de 25 millones de euros por beneficiario.

Salvavidas, inyección privada en auge

El problema es que no todas las pequeñas empresas del tejido productivo tienen acceso a los préstamos avalados por el Gobierno ni a los bancos. España está configurada por una inmensidad de hormigas silenciosas, así podrían denominarse a las miles de pequeñas empresas que son un 99% del tejido productivo y económico, que no salen en los periódicos y no son protagonistas, pero emplean a gran parte de los que ya están en ERTE, en el paro o han quebrado.

Según datos de la Seguridad Social, 91.634 empresas se vieron obligadas a darse de baja de abril a junio, llevándose por delante cientos de miles de puestos de trabajo. “En España se han destruido 1.500 empresas cada día como consecuencia de la crisis sanitaria de la Covid-19”, destaca el organismo público.

Todavía pueden venir más riesgos de cola derivados de la pandemia y las pequeñas empresas si no ven la luz, no podrán parar la sangría. Ahora muchas hormigas silenciosas deben intentar el Sálvese quien pueda buscando otras alternativas a las públicas que no son suficientes.

Otras fórmulas para evitar el deterioro patrimonial o garantizar la supervivencia existen como el Direct lending o fondos de deuda privada, una solución a la que acudir las empresas con fundamentales sólidos y que con la crisis sanitaria buscan seguir a flote tras afrontar meses de parón de su actividad.

Lo que muchos profesionales no saben es que el Direct Lending trabaja de la mano con el mercado secundario como catalizadores de las PYMES, otorgando mayor flexibilidad y rapidez. En España, Alejandro Villalonga, un visionario del mercado, banquero de toda la vida supo reconvertirse profesionalmente y fundó Lendmarket. Es la primera plataforma de mercado secundario de deuda corporativa, facilitador de inversiones en fondos de Direct Lending y en activos de plataformas de Crowdlending e Invoice Trading, que hasta la fecha únicamente los inversores institucionales podían acceder.

Para la mayoría de la población el concepto de crédito siempre estaba ligado a los bancos, hasta que aparecieron las Fintech. Entre ellas, Lendmarket. que básicamente dan liquidez a inversores que ya han financiado directamente a empresas. “Somos un mercado secundario para que inversores de plataformas y también de fondos de inversión en Direct Lending puedan vender sus posiciones y obtener liquidez. El objetivo es dar a las empresas y fondos que prestan dinero la oportunidad de vender los derechos derivados de sus préstamos a un tercero”.

Los créditos concedidos a pymes ocurren en lo que se conoce como el mercado primario: las firmas dispuestas a poner el capital se organizan en fondos a los cuales dichas empresas con necesidad de financiación pueden acudir para solicitar un préstamo. En España operan originadores de deuda como TREA AM, Alantra, Oquendo, Ben Oldman, Trapeza, Keraton, Grow.ly, Colectual, Emprestamo, entre otros, y van en aumento.

Deloitte, en su informe titulado Alternative Lender Deal Tracker destaca que “el direct lending está creciendo en cada uno de los principales mercados europeos. Aunque se espera que el número de operaciones de préstamo directo en Europa para 2020 se reduzca debido a la caída de las fusiones y adquisiciones. Sin embargo, durante 2019, los fondos de deuda privados europeos tuvieron un año récord con 484 operaciones, un aumento del 13,1% con respecto al año anterior con Alemania liderando el ranking”.

Hoy el crédito corporativo no bancario, conocido como Direct Lending, es un fenómeno que ya abarca el 20% de los préstamos a pymes en España, mientras que en Reino Unido alcanza el 60% y en EE.UU. el 80%. A nivel mundial, había 222 fondos de direct lending en el mercado que buscaban recaudar 96.500 millones de dólares de capital a finales de marzo de 2020. De ellos, 115 están en los Estados Unidos (con un objetivo de 46.800 millones de dólares) y 66 en Europa (con un objetivo de 38.900 millones de dólares). ¡Alternativas para salvar a las hormigas silenciosas desde el mercado primario y secundario hay! @mundiario

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