Trading personal

Trading Bitcon. / Tima Miroshnichenko. / Pexels
Trading Bitcon. / Tima Miroshnichenko. / Pexels

La oportunidad de poder multiplicar la inversión y vivir holgadamente trabajando para uno mismo pocas horas, frente a un ordenador, es centro de todo.  

Conceptos como libertad financiera, autonomía profesional, éxito rápido, son los que en la publicidad se manifiestan como argumentos para la captación de dinero en efectivo, para programas, aplicaciones que uno mismo puede manejar e invertir desde poca cantidad.

El concepto de zapatero a tus zapatos es quizás el que puede dar sentido a este artículo o advierte la intención de este escrito.

La oportunidad de poder multiplicar la inversión y vivir holgadamente trabajando para uno mismo pocas horas, frente a un ordenador, es centro de todo. Vídeos, tutoriales, cursos, están a nuestra disposición bien gratis, o por una cantidad que nos garantizaría ingresos futuros, si aprovechamos la oportunidad.

Están haciendo que muchas personas se arriesguen al “juego” de la bolsa, criptomonedas, etc…, no percibiendo que no es un juego como tal, aunque cueste algo de dinero, ya que las comisiones por movimiento, venta o compra, están presentes en todas y cada una de las aplicaciones. Independientemente del coste de la formación, que en algunos casos ahí está el negocio.  Ésta debe realizarse por auténticos profesionales con experiencia real acreditada y si es posible con una buena base financiera anterior a este curso, de forma que se le saque partido a esa “especialidad”.

Es cierto que se dan condiciones para ganar, pero hay que conocer el sistema, no la aplicación, si no el sistema en general, cómo se comporta el mercado, porqué se producen oscilaciones, prever movimientos y estar al tanto del negocio, como si de una caja abierta con dinero en medio de la calle se tratara.

Más aún, desde que el ahorro se ha visto modificado y condicionado por las modificaciones fiscales, retirando las garantías sobre los planes de jubilación, luego sobre los planes de pensiones. Todos estos vaivenes han provocado que los fondos de inversión, se hayan puesto de moda, son un refugio frente a los bajos intereses, por no decir nulos, que las entidades bancarias ofrecen, más allá de la situación económica actual, porque todo esto es consecuencia de la evolución en años del mercado, independientemente de los acontecimientos internacionales que se están produciendo, provocando a nivel global movimientos no previstos.

El trading es algo más, un sacrificio real, con una formación específica de muchas horas ya que siempre van a salir compromisos, amigos, familia y demás que confíen su dinero al bróker, con la responsabilidad que conlleva una cartera de clientes, con quien se compromete en cierta rentabilidad.

El peligro de la universalización, de la globalización, de las nuevas apps para desde un simple móvil poder operar, hace que muchos pierdan cantidades de dinero que siempre otros las van a ganar, las pérdidas de unos son beneficios siempre de otros. Aunque a veces sean mayores de las esperadas, por “jugar” y debemos de pensar, ¿por qué hay tanta oferta formativa de los grandes brokers, yotubers, academias que cobran por cursos? ¿Otra rama del negocio? o ¿es la parte importante del negocio?

Esa comodidad de operar hay que gestionarla con una gran formación, a nadie se lo ocurre montar una empresa en un sector que no conoce, por lo que debemos pensar seriamente antes de comenzar si somos neófitos probando suerte o conscientes de los riesgos y operaciones a realizar. Recordando que tanto las pérdidas como las ganancias de este tipo de negocio hay que declararlos en la Renta de cada año, pudiendo compensar si es necesario esas pérdidas en función de nuestros datos fiscales.

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