Los sindicatos se cansan de esperar por el cambio de la reforma laboral

Ministerio de Empleo y Seguridad Social. / Archivo
Ministerio de Empleo y Seguridad Social. / Archivo

CCOO y UGT ha iniciado este martes un "proceso de movilización" que tendrá como punto álgido una gran asamblea el próximo 8 de febrero en Madrid.

Los sindicatos se cansan de esperar por el cambio de la reforma laboral

Los sindicatos han decidido darle un toque de atención al Gobierno. CCOO y UGT ha iniciado este martes un "proceso de movilización" que tendrá como punto álgido una gran asamblea el próximo 8 de febrero en Madrid en la que se reunirán los cerca de 10.000 sindicalistas de ambas formaciones para exigir al Ejecutivo los cambios en la reforma laboral.

"Ya no es tiempo de hablar, es tiempo de hacer", señaló el secretario general de CCOO, Unai Sordo, tras su primer encuentro del año con su homólogo en UGT, Pepe Álvarez, en el que acordaron llevar a cabo diferentes asambleas en los centros de trabajo a partir de este martes y ese gran acto sindical en Madrid para advertir al Ejecutivo de que le toca "mover ficha", reseña El Periódico.

Más allá de las asambleas y de la macro reunión sindical, ni CCOO ni UGT prevén extender estas medidas de presión al resto de los trabajadores. No obstante, ambos dirigentes han recordado que muchos ya han realizando sus propias "micromovilizaciones", como los trabajadores de Alcoa que este martes se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Industria.

Estas movilizaciones culminarán el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con la convocatoria de paros de dos horas por turno por parte de ambos sindicatos y la posibilidad de que algunos sectores, "por sus particularidades y reivindicaciones, puedan hacerla de 24 horas".

Los sindicatos, las patronales CEOE y Cepyme y el ministerio de Trabajo llevan desde la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez negociando algunos cambios parciales en la reforma laboral del 2012. De hecho, a mediados de diciembre, los sindicatos llegaron a anunciar un acuerdo con el Ejecutivo que recogía la ultraactividad de los convenios y la implementación de un registro de jornada obligatoria. Sin embargo, dicho acuerdo no contaba con el ‘ok’ de la patronal. @mundiario

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