¡Qué maas...dam! Del queso de oferta a las aportaciones financieras subordinadas
Porción de queso Maasdam.
Está a muy buen precio el queso Maasdam que venden en el Eroski que tengo cerca de casa. Un queso de los Países Bajos. Me crucé con alguna que otra oferta atractiva pero no me tenté, no quiero que la cajera piense que soy un chico fácil. Me pillé un zumo de los caros, de los que garantizan pulpa y vitaminas, aunque ya sabemos que las vitaminas se pierden por el camino.
Me acordé de las "aportaciones financieras subordinadas" que es como le llaman en Euskadi a las preferentes. Menuda cutrez llamarle preferentes pudiendo llamarlas "aportaciones financieras subordinadas".
El caso es que estas "aportaciones " se parecen mucho a prestarle el dinero a un rico. Le prestas la pasta porque es una manera de compartir el estatus que ellos tienen contigo. El problema surge cuando quieres recuperarla. El rico se incomoda, menudo mindundi, y encima quiere que le devuelva la pasta con la que le llené el depósito al Ferrari. Las preferentes son eso, una pasta que le dejas a un rico para que no deje de vivir a todo tren, imposible devolución, ellos jamás se bajarán del Ferrari, así por las buenas.
En la entrada del super hay un chico vendiendo La Farola, nadie le compra con esas pintas de pobre. Adentro todo luce espectacular, pagamos sin rechistar, ¡qué maasdam!
