Los desafíos económicos pasan por afrontar las tendencias derivadas de la globalización

Entrada a la sede central de Inditex, la matriz de Zara, en Arteixo (A Coruña).
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Nuevo capítulo de la serie ‘Galicia y su dinamismo empresarial’ en MUNDIARIO, a cargo del coordinador de Economía del Proyecto Galicia. Precisamente hoy toca un análisis del dinamismo de las empresas.
Los desafíos económicos pasan por afrontar las tendencias derivadas de la globalización

Nuevo capítulo de la serie ‘Galicia y su dinamismo empresarial’ en MUNDIARIO. Nuestro objetivo es explicar los rasgos más sobresalientes de una realidad que está sujeta a la coyuntura del momento en que se realiza. Aunque no vamos a ceñirnos en sentido estricto al momento, si vamos a profundizar en algunos factores estructurales que caracterizan la realidad gallega y que, sin duda, condicionan su evolución futura.

Los desafíos económicos de Galicia se centran en como afrontar las nuevas tendencias derivadas de los procesos de globalización. Varias son las pautas a tener en consideración, tal y como nos hemos ido refiriendo a lo largo de toda la obra:

a) la terciarización de las actividades productivas y la emergencia de una economía del conocimiento nos obligará a apostar cada vez más en las capacidades de generación de I+D+i, patentes y organización en el campo de la gestión;

b) en segundo lugar, la desmaterialización de los procesos productivos nos estimulará a evitar la penalización de las dinámicas derivadas de la disociación entre las esferas financieras y los ámbitos de la economía real y productiva;

c) en tercer lugar, los procesos de deslocalización dentro de la propia UE nos mostrarán las señales de alerta derivadas de la nuevas situaciones competitivas amparadas por los distintos niveles de atractividad y condiciones de producción de los países emergentes; y  

d) finalmente, el ascenso de la interdependencia entre países nos invita a plantear la competencia y la rivalidad territorial en términos de espacios ó áreas económicas macro-regionales.

Galicia está asistiendo a un intenso proceso de des-agrarización, de des-ruralización y de emergencia de nuevas relaciones socio-económicas y de carácter organizativo (González Laxe, 2008). Ante esta dinámica se observa, con una cierta inquietud, la existencia de una amplificación de la diferenciación de las economías regionales por medio de los intercambios cruzados de productos similares y de los factores que redundan en fuertes rendimientos de escala que alientan los procesos de concentración económica y demográfica.

En la medida que el objeto de nuestro análisis es la empresa debemos advertir, inicialmente, que tanto el crecimiento como la competitividad de una economía depende, esencialmente, del dinamismo empresarial; y éste, está condicionado por el entorno institucional (North, 1989).

En consecuencia, entre los aspectos básicos a tener en consideración, situamos los siguientes: la dimensión empresarial y las emergentes fórmulas organizativas; las capacidades tecnológicas; la productividad y la eficiencia productiva; y las posiciones competitivas de las actividades y de los territorios.

En lo que respecta a la caracterización del tejido empresarial gallego podemos subrayar las siguientes notas:

a) la participación del número de empresas gallegas en el conjunto de España (alrededor del 6%) es superior al porcentaje que representa Galicia en el PIB (5,4%) o en la población (5,8%). En consecuencia, los 212.771 establecimientos empresariales, censados en el año 2010, subrayan su elevado número. Y a continuación nos referiremos a su fuerte dispersión y grado de atomización. Se constata que el aumento de las empresas en Galicia ha sido más intenso en las épocas de expansión económica; y se observa una disminución muy pronunciada en los años de crisis. Estos comportamientos están correlacionados con la mayoría de las variables clave (PIB, empleo,..). Y se observa un mayor acompañamiento y acompasamiento con la dinámica de la economía española, mostrando, por lo tanto, dinámicas muy parecidas.

b) las empresas están concentradas espacialmente. Las contabilizadas en las provincias de Coruña y Pontevedra suman, entre ambas, el 73% del total (40% y 33%, respectivamente), porcentaje que se incrementa levemente en el último quinquenio, apreciando niveles de agrupamiento geográfico en torno a las zonas de desarrollo económico y tecnológico de las áreas metropolitanas de A Coruña y de Vigo.

c) la densidad empresarial de Galicia, indicador que mide el total de empresas en relación a la población, es mayor que los ratios españoles (76 por 70 por mil) aunque inferior a los ratios de Cataluña (81) ó Madrid y Pais Vasco (78), debido a los factores estructurales de la economía gallega -orientada preferentemente hacia un mercado local y regional- y a pesar de los fuertes constreñimientos de los procesos productivos. La evolución en los últimos cinco años arroja un ratio ascendente; esto es, cada vez hay más empresas en relación a los habitantes; o, lo que es lo mismo, son necesarios menos habitantes para que exista una empresa. Estas consideraciones hay que tomarlas con cierto relativismo en la medida que la evolución de la población gallega está prácticamente estancada (33.000 habitantes de crecimiento neto en el periodo 2005-2010) con lo que apenas un leve crecimiento del número de empresas (un saldo positivo de 18.000 empresas en el periodo 2005-2010) hace subir el índice medio.

d) la especialización de las empresas gallegas se manifiesta preferentemente hacia actividades tales como el comercio, la construcción, los materiales de transporte, las actividades extractivas y de alimentación. Corresponde esta especialización a las dinámicas derivadas de los procesos de des-ruralización y des-agrarización, mencionados anteriormente, y a la atomización de los servicios del comercio, a las posibilidades de suministros, a las pequeñas explotaciones e industrias de corte familiar, y a los bajos contenidos en lo tocante a capacidad tecnológica. Se corrobora el hecho de que épocas de expansión económica se aprecia un fuerte crecimiento del número de empresas adscritas a la construcción; y, con el advenimiento de la crisis, un fuerte decrecimiento de las mismas. Galicia evoluciona hacia una economía de servicios y con un débil estancamiento del sector industrial y una notable concentración en las actividades comerciales en el entorno de las áreas metropolitanas.

e) el tamaño de las empresas gallegas es reducido. De una parte, en el año 2010, el 60.3% de las empresas no poseen asalariados. Este porcentaje fue disminuyendo en los últimos años como corresponde a un descenso de la importancia de los mismos y a un crecimiento de las nuevas relaciones industriales y de trabajo asalariado. De otra parte, en cuanto a los establecimientos empresariales que cuentan con asalariados, el 78% de los mismos posee una plantilla que no supera los 5 trabajadores; en tanto que se contabilizan un total de 194 empresas que superan los 250 empleados en plantilla. En España, por su parte, las empresas sin asalariados representan el 55%; y las empresas que contabilizan entre 1 y 9 asalariados, el 39,9%; en tanto que las que poseen más de 250 empleados, apenas contabilizan el 0,2% del total.

f) atendiendo a las condiciones jurídicas de los establecimientos, alrededor del 56% de las empresas (es decir, 120.000) son individuales; el 32% de las mismas (68.280) son sociedades de responsabilidad limitada; en tanto que las sociedades anónimas gallegas sólo llegan al alcanzar el 2,59% del total; y las sociedades cooperativas contabilizan un escaso 0,44% del total.

Atendiendo a un simple esquema del grado de especialización sectorial atendiendo al volumen de facturación y a su aportación al VAB, teniendo en cuenta la localización geográfica de los establecimientos, el cuadro que a continuación exponemos refleja la distribución de las principales actividades empresariales atendiendo a su reparto geográfico. Destaca el textil y la confección en A Coruña; fabricantes de motores y generadores en Lugo; automóviles y pescado/conservas en Pontevedra; y pizarra y otras piedras en Ourense.

Niveles de especialización provincial

Actividades que generaron el 35% del VAB de la provincia 2010.

A CORUÑA

LUGO

1. detallistas de prendas de vestir.2. contratistas generales.3. mayoristas de confecciones

4. producción y servicios eléctricos.

5. tiendas de comestibles.

1. electricidad2. contratistas generales.3. transporte pasajeros por carretera.

4. extracción pesquera.

5. servicios comerciales

6. producción y servicios eléctricos.

7. transporte mercancía por carretera

8. fabricante motores y generadores.

9. promotores de obras.

PONTEVEDRA

OURENSE

1. fabricantes de automóviles y carrocerías para turismos.2. contratistas generales.3. construcción y reparación de buques.

4. fabricantes de recambios y piezas de motor.

5. mayoristas de pescado y mariscos.

6. extracción pesquera.

1. extracción de pizarra y otras piedras.2. contratistas generales.3. fabricantes de productos textiles.

4. construcciones pesadas

Fte) ARDAN.

Estos datos nos permiten apuntar otros datos complementarios. Galicia posee un cierto patrón de especialización que viene definido por unos rasgos muy evidentes: a) estrecha e intensa vinculación con la explotación de los recursos naturales; b) una débil y escasa integración vertical; c) una baja intensidad tecnológica; y d) una amplia orientación comercial a nivel regional.

El tan intenso proceso de terciarización, llevado a cabo en los últimos años, pone de manifiesto la fuerte especialización en las actividades de comercio (26%), la construcción (15,5%) y los servicios vinculados a los suministros, ya sean actividades profesionales (10,8%), como transporte (6,12%). La hostelería, por su parte, ocupa el 10,7% del total de empresas, equivalentes a 2.789 establecimientos. Estos datos (índices que reflejan niveles de especialización) contrastan con los ratios de las empresas industriales, que son más reducidos y con menor ponderación en el total español.

Otro componente de los rasgos de la topografía empresarial de Galicia es aquel que viene determinado por la cifras de negocio del sector empresarial. Atendiendo a los datos suministrados por el Sistema de Análisis de Balances Ibéricos (SABI), excluyendo a las empresas del sector agrario y las correspondientes al sector público, cada empresa gallega generó, en promedio, un valor de 1.711 miles de euros, cifra inferior al índice promedio español.  Destaca la fuerte disparidad existente si procedemos a efectuar el análisis atendiendo al tamaño de las empresas. Tal y como recogemos en el cuadro adjunto número 7, la cifra media de las grandes empresas asciende a 216,7 millones de euros; la mediana empresa alcanza unos 20,5 millones de euros; la pequeña empresa, se sitúa con 4 millones; y la micro empresa marca unos 344 mil euros de ingresos anuales. En cuanto a la facturación, sólo 8 empresas facturan más de 500 millones de euros; 46 establecimientos realizaron ventas por encima de los 100 millones de euros; y por encima de los 25 millones de euros, se contabilizan un total de 104 empresas. Estas cifras evocan un fuerte dualismo; esto es, la existencia de un grupo muy consistente, de fuerte dimensión y de intensa propensión mercantil; frente a un elevado numero de establecimiento de escasa facturación y dimensión.

Cifra media del volumen de negocios de las empresas gallegas atendiendo a su tamaño

(expresadas en miles de euros)

2007

2008

2009

Total media empresas

1.775,95

1.863,10

1.711,09

Grandes empresas

201.009,28

215.752,95

216.737,61

Medianas empresas

20.027,63

20.164,89

20.515,02

Pequeñas empresas

4.078,65

4.057,42

4.002.59

Micro empresas

371,02

355,43

344,46

Fte) SABI, IGE.

La distribución provincial y comarcal también arroja diferencias muy notables y relevantes. Al igual que cuando se estudia la población gallega, las empresas están muy concentradas en escasas áreas supralocales. Las zonas en torno a los municipios de A Coruña y Vigo son las predominantes: concentran más del 50% en lo que hace referencia a los ingresos, al VAB y al empleo. Otro grupo, es el formado por las áreas en torno a los municipios de Santiago, Pontevedra y Ourense, que superan el 4% del total gallego en lo que respecta a los ingresos y al VAB. Áreas como las correspondientes al entorno del municipio de Lugo y el área del Salnés son bastantes generadoras de empleo; y el área de Ferrol y su comarca continúa sufriendo los efectos de la crisis dada su excesivo monocultivo industrial. Emergen con fuerza y dinamismo áreas como las zonas de Betanzos, O Morrazo y de Barbanza; y se mantienen como referencias comarcales las áreas de Ordes, Bergantiños, Valdeorras y Deza.

Distribución a nivel provincial de las empresas, ingresos y valor añadido. 2010.

Provincias

Valor añadido

Ingresos

Empresas

A Coruña

56,45

50,76

38,41

Lugo

6,74

6,77

12,69

Ourense

5,92

5,99

10,09

Pontevedra

30,89

36,48

38,81

Fte) ARDAN.

Clasificación de las principales comarcas en función del número de empresas y habitantes. 2010

Comarcas

Empresas

Habitantes

Ingresos

VAB

Empleo

número

%

número

%

%

%

%

A Coruña

2.903

16,92

395.412

14,13

31,98

39,02

31,03

Vigo

3.333

19,42

424.656

15,18

25,47

20,01

20,71

Santiago

1.153

6,72

161.893

6,57

5,49

6,39

6,57

Ourense

983

5,73

146.626

5,24

4,37

3,96

4,77

Pontevedra

801

4,67

123.733

4,42

4,46

3,82

4,69

Lugo

935

5,45

120.328

4,30

3,08

3,77

4,17

Ferrol

565

3,29

162.980

5,83

3,33

2,80

2,71

O Salnés

821

4,78

111.763

3,99

2,08

2,04

2,95

Betanzos

153

0,89

39.621

1,42

2,49

1,77

1,80

O Morrazo

373

2,17

83.509

2,98

1,54

1,56

1,49

Barbanza

376

2,19

68.264

2,44

2,20

1,45

2,16

Ordes

211

1,23

38.734

1,38

1,24

1,15

0,97

Bergantiños

384

2,24

70.246

2,51

1,19

1,10

1,61

Valdeorras

189

1,10

28.217

1,01

0,72

1,07

1,03

Deza

291

1,70

44.769

1,60

0,76

0,91

0,21

Fte) ARDAN.

Según los datos suministrados por ARDAN se revela que los ingresos por establecimiento son los ingresos generados por la propia actividad normal de las empresas. Al dividirlo por el número de trabajadores se obtiene un ratio que recoge la productividad del trabajo. El valor añadido bruto a coste de factores es el resultado de restar a los ingresos de explotación los consumos de explotación y otros gastos. Los gastos de personal incluyen, por su parte, los salarios y las cargas sociales; y el coste medio de empleo es el resultado de dividir los gastos de personal entre los empleados. Del estudio mencionado, se obtiene, por lo tanto, que los ingresos por empleo, el valor añadido por empleado y el coste medio por empleado manifiestan evidentes tendencias crecientes en la fase de expansión, pero que muestra un descenso muy acusado en la fase recesiva. Sólo el ratio que mide el coste del personal sobre el total de los ingresos nos advierte de un comportamiento disímil: se desacelera en la expansión y se incrementa en fases de contracción.

(Continuará)

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