Importantes líderes de la economía dejaron en A Coruña sus recetas económicas

Isidro Fainé, Carlos Slim, César Alierta y Pablo Isla en A Coruña. / La Región
Isidro Fainé, Carlos Slim, César Alierta y Pablo Isla en A Coruña. / La Región

Algunas de ellas, relativas a la protección del sistema de pensiones, desempleo y conciliación de la vida laboral y familiar, sencillamente decepcionantes.

Importantes líderes de la economía dejaron en A Coruña sus recetas económicas

Algunas de ellas, relativas a la protección del sistema de pensiones, desempleo y conciliación de la vida laboral y familiar, sencillamente decepcionantes.

La pasada semana se celebró en A Coruña la asamblea de la Confederación Española de directivos y ejecutivos, a la que asistieron personajes como el señor Slim. Me sorprendieron algunas de las recetas económico-sociales del número 2 de la lista Forbes, pero como no estuve dispuesto a abonar los 125 euros de la “invitación” de una entidad financiera para asistir al evento, no pude pedirle algunas aclaraciones. Desde esta tribuna las formulo por si alguien pudiera satisfacer mi curiosidad.

El tratamiento propuesto por el personaje, o tal vez la personalidad, para “garantizar” el sistema de pensiones en España, consiste en trabajar hasta los 75 años. Y yo me pregunto: ¿incrementar la vida laboral no es, en si mismo, una forma de reducir las prestaciones de jubilación para las que se cotiza durante tantos años?

La segunda fórmula mágica del número 2 de Forbes consiste en trabajar tres días a la semana, con jornadas de once horas, para distribuir el trabajo existente entre un mayor número de personas y poner remedio al problema del desempleo. Nunca el capitalismo y el anticapitalismo estuvieron más cerca con semejante propuesta, pues esta ha sido una de las recetas tradicionales de determinados sindicatos y organizaciones políticas de izquierdas.

Es inevitable preguntarse: ¿menos horas de trabajo sin disminución de salario o  con la parte proporcional correspondiente a la propuesta? Si la respuesta fuera el primer planteamiento, un niño de ESO sería capaz de recitar de carrerilla los efectos sobre productividad, precios, competitividad, comercio exterior e interior, ... Por el contrario, si la receta del señor Slim implica un sueldo proporcional a la nueva jornada laboral, la revolución social estaría garantizada.

Como corolario, 2-Forbes añade que la segunda receta -disminución del número de días trabajados, eso sí, a razón de once horas diarias-, colaboraría en la mejora de la conciliación de la vida laboral y familiar. Nada dijo, según las referencias de prensa, sobre las ayudas a familias con hijos, horarios comerciales y escolares, guarderías, etc.

Otro de los conferenciantes dio la voz de alarma, como gran novedad, sobre el suicidio demográfico, en España en general y en Galicia en particular. Sobre este asunto -serio desde luego y que no es, obviamente, cosa de hoy-, habría que haber empezado a trabajar desde hace años para tratar de paliar sus consecuencias en terrenos como la despoblación, la falta de iniciativa e imaginación, servicios públicos, entre otros. Y cabría esperar que quien dio la voz de alarma planteara medidas prácticas sobre el asunto.

Permítanme que termine con un refrán: para este viaje, no necesitábamos alforjas. O  dicho de otra forma: para semejantes soluciones, podrían haberse ahorrado el viaje.

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