¿Qué está haciendo realmente España en el Sáhara?

Refugiados en los campamentos de Tinduf con una bandera saharaui. / RR SS
Refugiados en los campamentos de Tinduf con una bandera saharaui. / RR SS
Desde que hemos dejado de pescar en aguas saharianas, los saharauis –sus "dueños"– han dejado de existir  para la nación que lo integraba  y que en tiempos hemos compartido.
¿Qué está haciendo realmente España en el Sáhara?

No es la primera vez que ocurre.  Tal vez no sea la última. Y España, como país administrador de la zona saharaui, país amigo de los saharauis (también y todavía más de Marruecos, todo hay que decirlo) y país integrante de la Organización de Naciones Unidas (ONU) continúa viviendo una especie de déjà vu incomprensible que la mantiene como en una inopia que para alguien puede ser rentable a pesar de los pesares, sin mover un solo dedo en favor de unos seres que fueron parte de su censo nacional de habitantes. 

Desde que hemos dejado de pescar en aguas saharianas, los saharauis -sus "dueños"- han dejado de existir  para la nación que lo integraba  y que en tiempos hemos compartido. Pongamos que hablamos del Sáhara Occidental, que un día formó parte de una España autotitulada "Una, Grande y Libre". Pongamos que hablamos de unos españoles, los saharauis, por los que España -como país- no ha hecho nada y los españoles -como conciudadanos que hemos sido de ellos- ni siquiera nos hemos preocupado por conocer cómo viven en campamentos instalados fuera de sus fronteras y, dentro de estas, en unas condiciones infernales que la ONU no siquiera trata ya.

Desde la vergüenza y tras una decena de años de desconexión con ellos, reclamo como conciudadano que hemos sido y el largo contacto como periodista que he mantenido con  el Frente Polisario y el UGT saurio, el derecho de un pueblo a ser tratado de acuerdo a  los derechos internacionales que les corresponden y las cláusulas del Acuerdo Militar número 1 que las fuerzas militares marroquíes (a las que los saharauis califican de "ocupación") incumplen sistemáticamente desde hace unos días y después de haber concentrado tropas a lo largo del Muro de la Vergüenza, en la zona aledaña  a la brecha ilegal de El Gueguerat. Los militares marroquíes han emprendido una operación de traslado, a gran escala, de efectivos del ejército, la gendarmería y otros aparatos de seguridad a la zona.

Fuentes presentes en el lugar apuntan que las fuerzas de ocupación marroquíes han procedido a camuflar estos grupos, vistiéndolos con ropa civil, con el objetivo de irrumpir en la "zona de separación" y atacar a los civiles saharauis presentes desde hace más de dos semanas en la zona en protesta pacífica contra esa brecha ilegal del El Guerguerat.

El Gobierno saharaui  considera que la irrupción de cualquier elemento marroquí -ya sea militar, de seguridad o ciudadano- en esta zona liberada de la República Árabe Saharaui Democrática por esta considerada "zona de separación", será considerada una agresión flagrante a la que la parte saharaui responderá con firmeza, en "legítima defensa de su soberanía nacional". Supondrá asimismo el fin del alto el fuego y abrirá la puerta al estallido de una nueva "guerra total" en la región. Responsabilizan a la ONU, y en especial al Consejo de Seguridad, de la salvaguarda de la integridad física de los civiles saharauis allí presentes y que entienden están ante una amenaza real de "una masacre atroz de ciudadanos saharauis" a los que "asiste el pleno derecho de manifestarse en pro de los derechos inalienables de su pueblo a la autodeterminación y a la independencia".

Desde el sur del Sáhara Occidental no son muchos los cayucos que, con migrantes a bordo, intentan alcanzar las costas españolas. Tal vez sea por esto que la atención a esa parte del desierto que fue española sea nula. Pero es evidente que al pueblo saharaui -español hasta el año 1975- no se le está tratando adecuadamente por la que fue potencia administradora (España) y que, si las cosas no han cambiado -que creo que no- alguna responsabilidad tiene todavía sobre ella y sus habitantes, tan españoles que incluso tenían representación en Cortes durante el franquismo no tan lejano. ¿Van a seguir solos? @mundiario

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