La eurozona crece a un buen ritmo pero sigue lejos de las expectativas

Jeroen Dijsselbloem. / RRSS
Jeroen Dijsselbloem. / RRSS

La agencia Eurostat publicó las estadísticas económicas del primer trimestre y reportó que la zona euro creció en un 0.5% durante el mismo, todavía por detrás de las exigencias.

La eurozona crece a un buen ritmo pero sigue lejos de las expectativas

Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, ha publicado este miércoles que el Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona avanzó en un 0.5% en el primer trimestre de este año, prácticamente el mismo ritmo con el que cerró el 2016. El crecimiento anual quedó en el 1.7%, una décima menos que a finales del último año. España ha crecido prácticamente el doble, pero los principales catalizadores del euro son Alemania y Francia. Alemania aporta principalmente gracias a las exportaciones, pero los franceses han dado señas de mengua: con la segunda vuelta de las elecciones todavía pendientes, el país está tardando en arrancar. Así las cosas, la eurozona sigue en la deuda de llegar a la velocidad del crecimiento del 2% con todo y los esfuerzos del Banco Central Europeo y el paulatino repelente a los movimientos populistas de extrema derecha.

Las estimaciones iniciales de la agencia cuentan lo mismo en el caso de la UE: el crecimiento entre enero y marzo fue de un 0.4% contra un 0.2% a finales del ejercicio anterior y un alza interanual que repite el 1.9%. Los analistas han detectado indicios que les invitan a ver el futuro con optimismo. Los datos de exportaciones han presentado mejorías. Los índices de confianza también están subiendo. Grecia ha llegado a un acuerdo recientemente con la troika que evitará nuevos incendios en el país para este verano. Las encuestas de préstamos del BCE también aportan su grado de optimismo. Las tasas de desempleo también van a la baja, y los espectros por los movimientos eurófobos se han ido ahuyentando lentamente, como en Países Bajos con la dura derrota electoral de Geert Wilders.

Pero pese a todo, la situación sigue siendo la misma. El continente presenta una recuperación a medias, y lo que es peor, con el riesgo de que empiece a decaer eventualmente. “La incertidumbre política global sigue siendo elevada, pero tanto Estados Unidos como China van a acelerar y Europa puede protagonizar la primavera económica si sigue evitando un shock inesperado”, explica el analisa Lorenzo Codogno, citado por El País. Por su parte, Mark Wall, del Deutsche Bank, condicionó los pronósticos en la materia al resultado final de las elecciones en Francia. Wall ha anticipado que si el centrista y emergente Emmanuel Macron derrota en las urnas este domingo a Marine Le Pen, el BCE podría retirar lentamente los estímulos a partir del próximo diciembre.

La mejor previsión, a todo esto, es el último dato oficial. La eurozona, con todo y las buenas sensaciones, crece hasta un 0.5% trimestral y 1.7% anual. Sigue teniendo problemas para recuperar el PIB que presumía hasta antes de la crisis y sigue también muy lejos de los colosos económicos como los Estados Unidos. Encima de eso, el paro sigue casi en el 10%, con porcentajes que alcanzan casi el 20% en algunos miembros de la UE como Grecia y España.

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