España necesita un cambio de rumbo que pasa por reactivar la economía y crecer

El ministro español de Economía, Luis de Guindos.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos.
La reactivación llegará de la mano de los empresarios si se ponen a su disposición, además de leyes de emprendimiento, más ayudas directas, menos impuestos y, sobre todo, más crédito.
España necesita un cambio de rumbo que pasa por reactivar la economía y crecer


Siento admiración y respeto por los empresarios, que crean empleo y generan riqueza para el país saliendo a diario al mercado a la cita con las dificultades y el riesgo, previa entrega de su trabajo, de sus esfuerzos físicos y mentales y arriesgando su dinero y su patrimonio.

Por eso, celebro que la Xunta haya aprobado en el último Consello el proyecto de Lei do Emprendemento que, cuando entre en vigor, simplificará los trámites administrativos para crear una empresa e iniciar actividades económicas. La nueva normativa, además,  consolida incentivos fiscales y compromete 15 millones -algo es algo- para microcréditos y fondos de capital riesgo.

El mundo empresarial aplaude esta ley de la Xunta, igual que la Ley de Apoyo a los Emprendedores del Gobierno central, que incluyen medidas encaminadas a solucionar algunos de los problemas que hasta ahora encuentra quien quiera poner en marcha una empresa.

Pero no son medidas suficientes. Si la Xunta -y el Gobierno de Madrid- quieren "animar" a los emprendedores es necesario que, además de reducir la burocracia y de facilitar una fiscalidad adecuada, busquen la forma para que las entidades financieras abran el grifo del crédito -ahora parece que lo va abrir Alemania- para que fluya la financiación, necesaria para que las empresas puedan producir.

Es muy difícil de explicar que, después de inyectar en la banca miles de millones de euros, no puedan desarrollarse proyectos empresariales viables por falta de financiación de los propios bancos. Y es muy difícil de entender que pequeñas y medianas empresas tengan que cerrar sus puertas porque los bancos no aceptan garantía alguna y se niegan a renovar una pequeña póliza de crédito, necesaria para que la empresa disponga de circulante para seguir funcionando. Tristemente, en Galicia esa sequía del crédito para empresas y autónomos se explica por la pérdida del sistema financiero autóctono porque, parafraseando la letra de nuestro himno, los bancos foráneos "non nos entenden" o nos entienden a medias.

Galicia necesita un cambio de rumbo que pasa por reactivar la economía y crecer para rebajar las insoportables cifras de paro. Esa reactivación llegará de la mano de los empresarios si se ponen a su disposición, además de la Ley do Emprendemento, más ayudas directas, menos impuestos y, sobre todo, más crédito, que es la asignatura pendiente para ir saliendo de la crisis. Que ya toca.

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