El difícil camino de Argentina para poder cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional

Christine Lagarde, presidenta del FMI; y Mauricio Macri, presidente de Argentina. RR SS.
Christine Lagarde, presidenta del FMI; y Mauricio Macri, presidente de Argentina. / RR SS.

El acurdo pautado por Christine Lagarde, directora del FMI, y por Mauricio Macri, presidente de Argentina, ha dejado un mal sabor de boca para los argentinos que históricamente han tenido una relación nada apacible con el organismo financiero.

El difícil camino de Argentina para poder cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional

Para poder evitar la dura caída de la economía argentina el presidente Mauricio Macri tomó la polémica decisión de pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), una medida que desató una serie de protestas contras la políticas del presidente y que terminaron recibiendo a la directora del ente, Christine Lagarde, quien aprovechó la cumbre del G-20 entre los ministros de Finanzas en Buenos Aires, para visitar al presidente argentino y hablar de las pautas que deberá seguir Argentina para poder cumplir con lo acordado para el rescate financiero.

El problema con esta ayuda que ha pedido el presidente es que los argentinos no están muy contentos ya que históricamente, Argentina ha tenido una relación complicada con el ente desde hace años. La decisión fue tomada por el presidente luego de que el peso argentino se devaluara hasta un 30%, ocasionando que Macri pidiera un préstamo al FMI de hasta 50.000 dólares, a cambio de unos acuerdos que ha hecho que más de uno se preocupe.

Entre los puntos de acuerdo al que han llegado las partes, se encuentra el despido de empleados no prioritarios, prohibir el aumento de salarios del sector público o congelar contrataciones. De no cumplir con lo establecido, es probable que el organismo retire su esquema de préstamos a la nación, ocasionando un peligrosa crisis económica, tal como ocurrió en los años 1958, 1976, 1989 y 2001; todos fueron años en que Argentina solicitó préstamos al FMI y luego no logró cumplir con lo establecido.

Ahora, la nación está obligada a seguir las pautas del ente financiero hasta 2021, realizando serios ajustes a su economía buscando bajar del gasto público. En simples palabras, la Administración de Macri se ha comprometido a reducir el déficit por medio de medidas austeras como reducir la construcción de obras rebajando el presupuesto para las empresas públicas el año próximo. Además, limitarán las transferencia a las provincias hasta un 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB) y aumentarán hasta el 500% los servicios públicos como el gas, transporte o electricidad. Finalmente, la pauta más controversial del acuerdo ha sido buscar detener el aumento de los salarios del sector público, despedir empleados no prioritarios y congelar las contrataciones.

Asimismo, el Gobierno argentino no podrá subir los impuestos y mucho menos implementar una reforma tributaria para buscar mayor eficiencia en recaudación, todo esto tomando en cuenta que actualmente se encuentran escasos de capital.

Con todo esto en su porvenir, Macri se enfrenta a una difícil situación donde buscará la reelección, sin embargo, será complicado en un país con una sociedad populista que no estará feliz con la manera en que el presidente ha manejado su economía. @mundiario

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